La vida nos lleva a lugares y a personas que ella nos tiene preparadas
Enviado por Hector Spartan • 15 de Febrero de 2016 • Trabajo • 951 Palabras (4 Páginas) • 311 Visitas
La vida nos lleva a lugares y a personas que ella nos tiene preparadas, no sabemos cuándo ni cómo serán pero solo tenemos que esperar. La vida no es tan complicada como uno se la imagina, simplemente tenemos que dejar de fingir y empezar a ser nosotros mismo. Esa es una regla y una clave para el éxito.
La persona que está leyendo esto estará pensando en que es otro simple libro cualquiera y que no tiene gran cosa. No sé si eres hombre o mujer, más bien no sé si llegaran a leer esto otras personas pero mi intención es que cuando yo vuelva a leerlo me acuerde que no fui alguien que perdió su tiempo en escribir tonterías.
La historia se enfoca en una persona que a pesar de todo ha logrado superarse a sí mismo y a los demás pero a pesar de que las personas cercanas se lo dijeran él se sigue viendo como un fracasado.
Apenas tenía 12 años, había terminado la primaria, no sabía si me sentía triste o simplemente me daba igual y creo que nunca lo lograre saber.
Era mi primer día en la secundaria, no sabía que hacer o cómo reaccionar, estábamos todos en la puerta de entrada, había reconocido al menos a 5 personas que iban conmigo a la primaria pero no tome mucha atención, mi preocupación era si algún día iban a abrir la escuela, me preguntaba si había pasado algo o si se suspendería el servicio pero para mi suerte a los segundos las puertas se abrieron, pude ver a varios personas despidiéndose de sus hijos o algunos que simplemente con cara de aburrimiento y tristeza, mi única reacción fue despedirme de mi madre y al instante irme, no quería que pensara de mi como un niño de mami así que no me quede mucho tiempo cerca de ella.
Entre al salón, mi alegría surgió al percatarme de que uno de mis amigos de la primaria había quedado en el mismo salón que a mí, nos sentamos hasta enfrente de la fila, luego se unió a nosotros otra persona, era un hombre con el cual empezamos a platicar. Le preguntamos su nombre el cual era Juan Pablo en ese instante mi amigo Axel soltó una risa burlona y le pregunto:
-¿Podemos decirte Juanito el huerfanito?
No pude evitarlo, me empecé a reír pero con la preocupación de que Juan no reaccionara de buena forma, mi gran impresión fue al ver que también se empezó a reír y nos dijo que sí que no había problema.
En mi mente sobresalto un pensamiento muy bueno y divertido:
-(Un nuevo amigo divertido. ¿Qué sigue? ¿Una novia?)
Ese pensamiento se cortó cuando note que ya había mucha gente en el salón haciendo mucho ruido, al parecer ya todos habían hecho amigos. Después de cinco minutos el salón paso de un ruido un poco desesperante a un silencio profundo, había entrado nuestro primer maestro, por su aspecto parecía de unos cuarenta y cinco años, pelo blanco, vestía de camisa y pantalón de mezclilla.
Se presentó muy tranquilo, su nombre era Víctor Vilchis y nos explicó que el seria nuestro maestro de Ciencias l (Biología).
No hizo nada más que pedirnos que sacáramos una libreta o algo en donde apuntar. Lo único que escuchaba era como nos preguntaba cosas acerca de la naturaleza y muchas cosas a las cuales no preste atención. Lo único que apunte fue las características de como quería la libreta, de qué color iba a ir forrada y bueno lo típico.
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