Las cosas cambian. Los amigos se van. Y la vida no se detiene para nadie
Enviado por irania12 • 18 de Julio de 2016 • Ensayo • 940 Palabras (4 Páginas) • 608 Visitas
“Las cosas cambian. Los amigos se van. Y la vida no se detiene para nadie”
Stephen Chbosky
Hola compañeros, compañeras, profesores, padres y madres, tanto de profesión, como las madres de cada uno de nosotros, que nos hacen el gran honor de acompañarnos hoy, para concluir por fin esta etapa de nuestra vida, buenas noches tengan todos ustedes.
Hoy vengo a aburrirlos, con largo discurso de mi vida personal, mentira suficiente tuvimos con las clases de la materia de educación comunicativa, es broma profesor Omar.
Es fácil recordarnos años atrás, pero es difícil pensar en que no podemos regresar el tiempo, para volver a vivir esos bellos momentos que pasamos. Y ahora que estamos aquí todos reunidos, queremos recordar que el tiempo no pasó en vano, y que miles de recuerdos se irán con cada uno de nosotros. Y estamos aquí, pero no hemos llegado solos; hemos venido caminando este largo viaje con personas que nos aprecian y que nos apoyaron para no caer, porque muchos pensaron abandonar todo, pero el apoyo no nos faltó y logramos superar la meta.
Son muchas las personas a las que les debemos el honor de estar aquí; principalmente a nuestros padres que nos guiaron en el proceso de estudio, que se esforzaron porque no nos faltara nada. Queremos agradecerles todo el esfuerzo que hicieron para que culmináramos nuestros estudios. Esos desvelos que vivieron con nosotros, las preocupaciones que les hicimos pasar. Sabemos que sufrieron con nosotros, que tuvieron problemas personales y económicos durante este tiempo, pero que a pesar de eso, supieron disimularlo para vernos triunfar y salir adelante. Y no lo demostraban, porque su amor fue más grande que todo. El certificado no es suficiente para agradecer todo lo que han hecho por nosotros; pero es una muestra de que lo que hicieron, tuvo recompensas.
Son pocas las palabras que logramos expresar, pero muchos los sentimientos que tenemos hacia ellos. Fueron el soporte, la fuerza para brincar los obstáculos que se nos presentaron, la esperanza necesaria para no decaer en el proceso, y la luz que nos guio para no desviarnos del camino.
Así que sólo nos queda decir ¡Gracias!
Y queremos agradecer también a nuestros segundos papás: nuestros maestros.
Esas personas que sin tener algún lazo de sangre con nosotros, nos ayudaron a seguir el sendero correcto durante estos años. Su terquedad fue mayor que nuestra necedad y agradecemos por ello. Fueron quienes nos impulsaron a seguir adelante en nuestros estudios, quienes gastaron su tiempo para enseñarnos lo mucho que saben y quienes sufrieron al ver que no podíamos, e intentaban ayudarnos a pesar de todo. Renegábamos de ellos, las relaciones a veces no eran buenas, sentíamos que sólo nos querían ver sufrir haciendo las tareas; pero ahora que logramos terminar seguimos sintiendo lo mismo. Es mentira. Sabemos que todo es para un bien de nosotros y que cada lección que nos ofrecieron nos ayudará para seguir triunfando.
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