Lenguaje Unidad de Aprendizaje: Redacción de géneros periodísticos.

Universidad Autónoma de Nuevo León.

Facultad de Comunicación

Profesor: Irma Cruz Verastegui.

Unidad de Aprendizaje: Redacción de géneros periodísticos.

Heriberto  Marizcal Ramos

Matricula: 1272054

Actividad: Ensayo

Monterrey Nuevo León  03 de marzo de 2015

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El lenguaje sexista en la sociedad.

Introducción.

Lenguaje sexista, es el tema a tratar en este trabajo. En algunos puntos sé que  me saltare este tema para ampliarlo hacia otros, con el objetivo de expandirme para comprenderlo mejor.

Con el solo hecho de mencionar las palabras “Lenguaje sexista”  cualquier persona podría pensar o venírsele a la mente infinidad de imágenes, cosas o recuerdos,  pero la mayoría aunados con aspectos sexuales. Los contextos sociales y psicológicos más comunes de las personas responde con un tema o ligado sexual en la mayoría de los temas; pero en este concepto es muy, pero muy diferente.

Los hombres y las mujeres tienen tantas cosas en común y tan cercanas, pero a la vez tan diferentes y tan lejanas como el suelo del cielo. Esto es la base principal para empezar una guerra, si una guerra de sexos, eso es lo primero que se me viene a la mente cuando escucho esas dos palabras juntas, tan perfectas e imperfectas, tan pares e impares a la vez, HOMBRE  y MUJER;  y las grandes diferencias, responsabilidades, derechos, actividades, defectos, virtudes, etcétera que esto conlleva a cada uno de estos géneros por separado.

Ensayo.

“Los huercos son así por tu culpa, por eso no entienden” esas son las palabras de mi padre hacia mi madre  que escuchaba a diario en mi casa. Ese fue el primer y más cercano contacto que tuve con esta acción tan desagradable, muy marcadas, llenas de firmeza,  groseras, despectivas, machistas y aberrantes, pero sobre todo tan faltas de responsabilidad y de conocimiento , así eran las actitudes de hombre, de macho  de mi padre hacia mi mamá.

Pero, ¿Quién dijo que en un hogar donde hay un padre y una madre la responsabilidad y crianza de los hijos es solo de las mujeres? Esa era una duda que día a día crecía en mi mente, y malamente crecí pensando que así era que la mujer era la que lavaba, hacia la comida, ayudaba a los hijos a hacer la tarea, le quitaba los calzones al viejo, planchaba la ropa, era una prostituta en la cama al cerrar la puerta y una dama en la calle ante la sociedad al abrir puertas y ventanas, que era la doctora de todos los que integran una familia, la que no tenía tiempo para hacerse una manicura, un nuevo cambio de look, trabajar para poder ser un poco independiente, oh bueno mejor dicho más que independiente sentir libertad en sus acciones o en su día a día y ayudar a la economía propia y de la familia.

Y que el hombre era el sexo fuerte  el que domina, el que manda, el que “lleva los pantalones en el hogar” el que puede mandar y exigir, el que puede golpear si a él se le place, eso en muchos de los casos, el único que puede tener y llevar amigos a su hogar, o hablarle a personas de su sexo contrario, tomar hasta emborracharse y llegar a su morada hasta que se le dé su gana ; obviamente porque ellos si pueden.

En la mayoría de los casos que conozco esa así la misma historia, la mujer abnegada, sumisa y pisoteada; y el hombre con los huevos más grandes que el Empire State.

Esto lo digo y lo confirmo, debido a que por muchos años de mi vida viví envuelto e inmerso en estas mismas situaciones o “ESTILOS DE VIDA”, al cual muchas de las personas se acostumbran se adhieren y lo ven de una manera perfecta y correcta, solo por el hecho de que su mamá así la enseño a ser mujer, o el padre dé él era el ejemplo que le daba y eso es lo correcto, o la iglesia así lo dicta, o el circulo social en el que se desenvuelve es el único requisito que les pide mudamente para no excluirlos.

¿En qué maldito siglo se les quedaron las neuronas, y abandonaron su dignidad? lo que prefiero pensar es que  a estas alturas del partido las personas que se dejan golpear o arrastrar por esta enorme bola de actitudes e ineptitudes, es la falta de confianza, el miedo a arriesgar su integridad física, o quiero pensar que les excita el masoquismo.

En estos “estilos de vida”  no podemos culpar a nadie, absolutamente a nadie, ni a hombres ni a mujeres. Pero nos guste o no, el que abusa de estas actitudes mayormente es el hombre; y la mujer de “pen…” que le gusta pisotearse o en muchos de los casos por falta de dignidad.

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