Leoye INFORME

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Hoy quisiera hablarles del alcoholismo a partir de una experiencia familiar y de cómo esta enfermedad  puede terminar con la vida de un ser querido. Jesús Balderas Herrera nació el 24 de diciembre de 1972, siempre fui un niño inquieto y curioso y como a muchos de ustedes queríamos parecerme a mi papa, a los 12 años comencé a ingerir alcohol sin que me viera alguna autoridad para mi, y como todos los que estaban alrededor de mi disfrutaban  de beber y se veían felices creí que yo también podía hacerlo sin dañarme, pasaron los años y el consumo de alcohol iba en aumento, ahora ya no era a escondidas, ahora podía disfrutar y convivir con mi familia, fue así que como sin darme cuenta aquello que parecía inofensivos, se fue apoderando de mi tomando el centro de mis decisiones.

Ya casado y con mis hijos, mi vida estaba controlada por el alcohol, ya no podía disfrutar de las fiestas porque me irritaba fácilmente, los problemas en casa eran constantes, en el trabajo las personas solo se acercaban a mi cuando ellos querían tomar.

Empecé a notar que las manos me temblaban, mis ojos se tornaban amarillos Por las noches sangraba de mi encía y presentaba alucinaciones, mi sueño siempre era intranquilo; en muchas ocasiones mi familia intento ayudarme pero siempre me repuse por temor a los hospitales, hasta que un día recaí a tal grado de que empecé a necesitar suero y algunos medicamentos, pero esto no fue suficiente para dejar de dañar mi cuerpo y en varias ocasiones regrese al hospital.

El 16 de enero de 2015 me encontraba con mi familia bebiendo alcohol cuando de pronto me sentí mal y empecé a vomitar sangre, una vez más y por última vez me encontraba en la cama de un hospital donde nunca quise acabar, pero tampoco nunca me esforcé porque eso fuera diferente, ahí en ese lugar termine mi vida.

El abuso del alcohol le creó una dependencia que llevo a mi tío a tener problemas en su hogar, en su trabajo y en su salud. He leído que al año mueren 3.3 millones de personas a consecuencia del uso nocivo del alcohol, lo que representa un 5.9% de todas las defuraciones.

México según la OMS (Organización Mundial de la Salud) ocupa el lugar número uno en el consumo de alcohol, en nuestro país existen grupos de ayuda, el más conocido es AA (Alcohólicos Anónimos) lugar que ofrece un programa que se denomina el método de los doce pasos

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