Libros prohibidos. La naturalización del maltrato

Valentina Santos Posada - 201914474

Camilo Hoyos - Libros prohibidos

07 de febrero, 2020.

La naturalización del maltrato  

  “Ningún amante ha pensado en su amada con tanta ternura, ninguna mujer ha sido tan embelesadamente evocada, con tanta gracia y delicadeza, como Lolita”. ^[a]Vladimir Nabokov, el autor ruso que traspasó todos los límites morales conocidos hasta la época con esta novela que, desde un comienzo, cuatro editores se negaron a publicarla. Sin embargo, lo que desconcertante no es ^[b]que el autor se atreviera a escribir una novela que narra la perspectiva de un pedófilo frente a una niña de tan solo doce años; lo verdaderamente impactante, son los análisis tergiversados que las personas fueron desarrollando sobre él^[c].  Lolita es una víctima de violación y maltrato, producto de la obsesión de una mente enferma. ^[d]

Primeramente, el hecho de que la novela sea narrada desde este punto de vista hace que el lector desconozca la perspectiva de la víctima y que, de esa forma, sea mucho más fácil convencerse de los intentos que hace Humbert de creer que este tipo de sentimientos, de “enamoramiento” son válidos y que quien los provoca es Lolita.  ^[e]Sin embargo, en muchos de sus relatos podemos ver su incapacidad para ver la inocencia y el estado de indefensión de Lolita, y confunde incluso sus actos tiernos e inmaduros, con la naturaleza demoníaca y perversa de una nínfula^[f].

Dolores Haze (Lolita) es una niña que desde muy temprana edad careció de una figura paterna desde pequeña, ^[g]a causa del fallecimiento de su padre. Su crianza, desde entonces, quedó a disposición de su madre Charlotte, con quien siempre mantuvo una relación puramente conflictiva. Su madre, que llegó a referirse a ella como una “mocosa miserable”, y un “mal bicho”, consideraba que ella estaba constantemente desafiándola. Ahora, era evidente desde un inicio el interés que sintió su madre por Humbert, por lo que podríamos incluso concluir que las actitudes si mucho “cariñosas” de Lolita hacia él, no eran más que muestras de su rebeldía y por el placer que quizás sentía en provocar o desafiar a su madre y no porque en verdad sintiera algún tipo de afecto. Poco después de que la madre de Lolita le confesara su amor al señor Humbert y estos se unieran en sagrado matrimonio, Charlotte murió en un accidente, dejando a Lolita bajo la potestad y el cuidado de Humbert.

  Debido a esto, Lolita se encontraba ^[h]en un claro estado de indefensión en el que podía ser fácilmente corrompida a través de las actitudes de Humbert, inhibida de desarrollar sus sentidos y llevada a normalizar los actos sexuales, llegando incluso a verlos como un juego. Lo anterior, se puede ver demostrado ^[i]en la película de Kubrick cuando en el hotel, Lolita le pregunta a Humbert “¿Por qué no jugamos un juego?” ^[j]y aunque en la película suponía un verdadero reto demostrar todo lo que el personaje narraba, en el libro es claro que el juego al que se refería era al “desparpajo de Lolita en materia sexual”. ^[k]

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