Literarura cuento

A Alfredo Torres desde joven le ha gustado mucho salir de fiesta, salir con chicas y disfrutar de mala manera su vida sin medir las consecuencias, el estudiaba para ser un gran arquitecto pero su gusto por las fiestas pudo más que con sus ganas de estudiar.

Ahora Alfredo tiene 40 años aproximadamente y se dedica a vender productos médicos a farmacias del área metropolitana de Monterrey.

Hace mucho tiempo atrás el estuvo casado con Elena López con quien parecía tener un matrimonio feliz y lleno de amor, de ese matrimonio se procrearon dos hijos, Alejandro y Amelia, unos hermosos chicos que actualmente tienen 19 y 18 años.

No todo era color rosa en el matrimonio de Alfredo y de Elena y esto se demostró cuando dos años después de su matrimonio el conoció a una señora llamada Bertha Esquivel con la cual se veía todos los días a escondidas de su familia, a consecuencia de esa infidelidad tuvieron un hijo hay que registrar con el nombre de Alberto, Alfredo decidió no decirle nada a Elena y seguir viéndose a escondidas con Bertha y su hijo.

Cuando Elena pensaba que su matrimonio era perfecto sucedió algo inesperado para ella.

Ese día a Alfredo se le había quedado su celular en casa cuando se fue a trabajar, así que no que ella iba hacer era guardarlo en ese preciso momento llegó un mensaje al celular el cual era de Bertha donde decía: "tu hijo Alberto y yo te extrañamos mucho" Elena confundida y sin saber qué hacer se tiró en su cama y empezó a llorar durante toda la tarde.

Siendo las 11 de la noche Alfredo llegó de su trabajo esperando un cálido abrazo de su esposa, así que fue en busca de ella. Al entrar al cuarto se encontró con una Elena hecha un desastre, con una mirada que desprendía odio , roja de la rabia que sentía y todo su maquillaje corrido.

Alfredo preocupado le preguntó que qué era lo que le pasaba y Elena y enojada y gritándole le enseñó el mensaje y le pidió una explicación.

Alfredo no tuvo más remedio que contarle toda la verdad por más que dolida, Elena empezó a llorar tan fuerte como podía, destruyendo todo lo que encontraba, no sabía cómo hacer para quitarse ese dolor.

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