Literatura 1

Ya una vez Elena y sus hijos se mantuvieron en la sala de espera, Bertha permanecía en la habitación con Alfredo.

-¿Cómo te sientes?, pregunto Bertha.

-¿Cómo quieres que me sienta?, respondió Alfredo.

En ese momento hubo un silencio incomodo, el hijo de Bertha entro a la habitación y converso con él mientras Bertha esperaba afuera

-¿Cómo te sientes?, le pregunto preocupado Alberto.

-Terrible hijo, es mi primer tratamiento y siento que voy a morir, respondió Alberto.

-Ten paciencia padre, lograras salir de esta, dijo Alberto confiado.

Alberto le dio un abrazo a su padre y se retiro de la habitación.

Bertha estaba esperándolo afuera.

-¿Qué tal tu con tu padre? Le pregunto Bertha.

Alberto comenzó a llorar y abrazo a su mama.

Ya una vez que Bertha y sus hijos se fueron del hospital Elena y sus hijos entraron a ver a Alfredo.

-¿Todo bien? Pregunto Elena mientras sus hijos corrían hacia el.

-Todo bien! Respondió Alfredo  y siguió

-Solo que no me gusta la forma en que se hablaron tu y Berta, tanto tu como ella tienen el mismo derecho de estar aquí.

Elena solo callo y permaneció sentada. Pasaron unos cuantos minutos y Albero, Amelia y Elena se despidieron. Alberto termino su tratamiento y fue a casa. Después de 5 sesiones de tratamiento y ya casi darse por vencido, Alberto fue a sus análisis y le dieron una noticia que lo impacto.

El doctor le toco el hombro a Alfredo

-Felicidades Alfredo, fuiste todo un guerrero, acabas de liberarte del cáncer. Comento el Dr.

-¿Es broma doctor? Le pregunto Alfredo impresionado.

-No! Con la salud no se juega, ya no tienes ninguna célula canceriana, Alfredo eres todo un luchador! – dijo el doctor.

Alfredo ya en casa y sin que nadie supiera que ya tenía excelente estado  de salud, fue directo al banco a sacar todos sus ahorros, se compro varios cambios de ropa, tenis y uno que otro artículo, compro una cabaña muy lejana  a la cuidad donde actualmente vivía y se fue a vivir ahí, y obviamente a un nadie sabía de su enfermedad ya curada.

Saco los artículos de la maleta (plumas, hojas, sobres y estampas para correo)

Se sentó y recargándose en una mesa tomo una hoja, pluma y empezó a escribir.

-Elena, Alejandro y Amelia. Primero que  nada, hijos estoy bien me libere del cáncer y ahorita estoy viviendo muy lejos de ustedes, así que les mando un recado para tu Alejandro y para tu hermana.

Atte. Su padre que los ama

Metió la hoja doblada a un sobre e  introdujo una tarjeta de crédito con más de 20 mil pesos. E hizo la misma carta pero redacta para Bertha y sus hijos Alberto.

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