Luna caliente de Mempo Giardinelli analizada, desde lo postcolonial o subalterno
Enviado por KikyJorquera • 25 de Septiembre de 2018 • Informe • 4.747 Palabras (19 Páginas) • 362 Visitas
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Novela policial latinoamericana:
Luna caliente de Mempo Giardinelli analizada, desde lo postcolonial o subalterno
Karina Carrasco – Denisse Jorquera
José Luis Fernández
Teoría y Crítica literaria
12– Diciembre – 2015
1. Introducción
1.1 La obra seleccionada es Luna caliente del escritor argentino Mempo Giardinelli, autor que es reconocido por plasmar a través de las novelas negras conflictos sociales propios de una época modernista. La obra escogida específicamente trata la historia de un hombre llamado Ramiro Bernárdez de 32 años de edad, quien en una cena a la que fue invitado por su amigo, el doctor Braulio Tennembaum, a quien no veía hace años, se siente atraído por la hija llamada Araceli, una menor de tan solo trece años de edad a quien en pocas horas desea hasta llegar a una obsesión, alcanzando un nivel de descontrol desenfrenado que lo termina convirtiendo en violador y asesino. Posteriormente, se narra parte de la investigación de la policía en el caso de la muerte de Braulio, donde uno de los principales sospechosos es Ramiro, sin embargo, logra zafarse y de esta manera tiene el tiempo para cuestionar las relaciones humanas, el cómo un hombre podía llegar a convertirse en un obsesivo y frío, venciendo los prejuicios y el sentido común; y a su vez, en cómo Araceli lo sorprende día a día.
Esta obra a través de veinticuatro capítulos de corta extensión, plasma una trama erótica a través de una minuciosa descripción de los hechos que en este caso favorece una rápida lectura, esto sin dejar de lado vacíos de significación presentes en el texto literario que debe llenar el lector, plasmando de esta manera el desborde del deseo y el mundo interior del personaje principal que supera la razón y la ética que guía el comportamiento humano en la sociedad, pues en pocos días deja totalmente de lado su realidad familiar y profesional, transformándose en un ser enajenado, subalterno, que se convierte en un tipo obsesivo, violador y asesino, provocando un quiebre tanto en su identidad como en los comportamientos que impone la sociedad. Este texto, el autor argentino hace una crítica respecto de la dictadura militar y el rechazo a ese sistema político, detalle que no se puede ignorar, pues es parte del contexto en el que estuvo presente el autor y que plasmó esta crítica a través de Luna caliente durante su exilio.
1.2 Las corrientes escogidas para analizar esta obra son los estudios postcoloniales o subalternos y la teoría de la recepción. Los estudios postcoloniales o subalternos surgieron en la India a fines del siglo XX con trabajos orientados a comprender desde una perspectiva crítica los impactos de la colonización inglesa y sus efectos sobre el arte y la sociedad. El foco de preocupación de estos trabajos, desde la producción del 80 en adelante, se orientaron a encarar las contradicciones de integración social tras el proceso de colonización, dando lugar a las grietas y fisuras de sentido y contradicciones en la sociedad. Uno de los representantes de esta rama es Homi K. Bhabha, a quien utilizaremos para el análisis de la obra escogida, pues dice que “la crítica poscolonial da testimonio de las fuerzas desiguales y disparejas de la representación cultural, implicadas en la disputa por la autoridad política y social dentro del orden del mundo moderno” (Bhabha 211), donde el sujeto subalterno debe neutralizar sus propias experiencias y reemplazarlas por un diálogo intelectual, social y cultural.
Este autor presenta la idea de dos polos opuestos, donde se entiende que la condición subalterna se acerca al término hibridismo. “La experiencia subalterna se relaciona con el hecho de habitar entre dos culturas a la manera de un encabalgamiento” Hozven 57. Pues la experiencia del sujeto subalterno está basada entre dos culturas, dejando en suspenso su identidad, lo que se refleja en el personaje principal de Luna caliente, pues el sujeto oscila entre dos realidades, entre la de su acomodada vida como profesional y familiar y a su vez, en la de su vida de asesino y violador.
Luna caliente, es un texto que consigue incitar al lector a seguir leyendo a pesar de que en todo momento se sabe quién fue el que cometió el crimen, sin embargo, la peculiaridad que posee esta obra es que a pesar de ello, los acontecimientos, en su mayoría con Araceli, se presenten con vacíos que provocan que el lector sea un agente activo en el proceso de significación. Con respecto a esta segunda problemática se ha seleccionado la corriente proveniente de la Escuela de Constanza, bajo la perspectiva de Wolfgang Iser. Este teórico, llega a la estética de recepción desde la narratología y además, centra su atención en el lector, y también en aquellos mecanismos y propiedades textuales que implican al mismo proceso de lectura. Entonces, Iser se centra en el texto y en la relación que el lector establezca con este y además, señala que el proceso de lectura tiene una función fundamental en la creación de significado.
La obra literaria se encuentra en un punto artístico que implica el texto creado por el autor y otro punto estético que está relacionado con la realización concreta que hace el lector. Al momento en que ambos puntos se unen y entran en relación, la obra existe. Por consiguiente, se entiende que el texto sólo existe en la medida en que este es leído, de manera que lector y autor se relacionan en un juego imaginario. Bajo lo que plantea Iser, el lector se mueve dentro del texto, entrando a la acción con los diálogos no escritos y otros aspectos implícitos; estos elementos llevan a que el receptor haga uso de su imaginación, creando sus propios bocetos, esto como resultado de su propia interpretación del texto.
Iser determina que cada oración crea una expectativa, confirmada o modificada por las oraciones posteriores. a medida en que se avanza en la lectura, esta se va instaurando en el recuerdo y forma parte de un nuevo marco para la expectativa del lector. La lectura supone una dialéctica entre los horizontes de pasado y futuro. Es en este proceso donde se da lugar a los huecos o vacíos, que son los que le dan cierta dinámica al texto y es el lector el encargado de rellenar estos espacios. Hay una indeterminación que exige la participación del lector y que permite la efectividad del texto, tendiendo a la coherencia de este.
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