Mester de Clerecía - Berceo e Hita.
Enviado por Toni Tomàs • 1 de Diciembre de 2016 • Resumen • 1.286 Palabras (6 Páginas) • 274 Visitas
- MESTER DE CLERECÍA
Se llama así a la escuela poética de escritores cultos[1], normalmente clérigos, que surge en el siglo XIII, debido al auge económico.
El corpus del mester de clerecía en el siglo XIII se compone por las siguientes obras:
- Toda la producción literaria de Gonzalo de Berceo.
- Libro de Aleixandre (Anónimo)
- Libro de Apolonio (Anónimo)
- Poema de Fernán González (Anónimo)
En su evolución, a lo largo del siglo XIV nos encontramos con las siguientes obras:
- El libro de buen Amor de Juan Ruiz, Arcipreste de Hita.
- Rimado de palacio del canciller Pero López de Ayala.
- Proverbios morales de Don Sem Tob de Carrión.
Características principales del mester de clerecía:
- En la forma, frente a los versos irregulares de los juglares, se utiliza la estrofa llamada cuaderna vía (también conocida como tetrástrofo monorrimo), la cual se compone de cuatro versos alejandrinos (de catorce sílabas, con una cesura central) y monorrimos (rima consonante).
- En los temas, los poetas del mester de clerecía cultivan ante todo los religiosos (es el caso de la obra de Gonzalo de Berceo). Pero otras obras, sobre todo en la evolución del siglo XIV, se basan en tradiciones clásicas o desarrollan asuntos de historia nacional.
- Intención didáctica
- Estilo familiar[2] y ameno con recursos juglarescos.[3]
- Gonzalo de Berceo
Clérigo en el monasterio de San Millán de la Cogolla, es el primer autor literario español del que conocemos su nombre.
Su producción literaria se puede clasificar en:
- Obras hagiográficas: Vida de San Millán de la Cogolla; Vida de Santo Domingo de Silos; Vida de Santa Oria; Martirio de San Lorenzo. Todas ellas están insertas en la vertiente de la teología moral por el hecho de que la vida de estos cuatro santos se presentan como vidas ejemplares desde el punto de vista moral.
- Obras marianas. En estas obras trata de explicar el dogma de fe en torno a la figura de la Virgen María. Es a partir del siglo XII cuando la Virgen María adquirió un cierto protagonismo dentro del pensamiento cristiano. A partir de ese siglo se empezó a desarrollar una teología en torno a la figura de la Virgen, y, concretamente, sobre su papel como mediadora en la redención cristiana. Destacan las siguientes obras: Milagros de Nuestra Señora; Loores de Nuestra Señora y Duelo que fizo la Virgen.
- Obras doctrinales: El sacrificio de la misa.
Milagros de Nuestra Señora
Es la obra más importante de Gonzalo de Berceo. En esta obra exalta el poder mediador de la Virgen en la salvación de las almas.
Se estructura en dos partes:
- En la primera parte nos encontramos con una introducción alegórica donde Berceo, narrador protagonista, se presenta como un romero que entra en un jardín (locus amoenus). La alegoría se construye a partir de la figura de la Virgen María (=locus amoenus=símbolo del paraíso) y el romero (=hombre caído).
- La segunda parte consta de 25 narraciones, milagros atribuidos a la Virgen María que Berceo recoge de la tradición europea. Estos milagros actúan como ejemplos, produciéndose así la función didáctica de esta obra. Cada uno de estos 25 milagros funcionan independientemente. No obstante, a pesar de la diversidad de personajes y de anécdotas argumentales, subyacen en todos ellos elementos comunes:
- Se forman bajo el eje básico de caída (pecado) – redención (reingreso en el paraíso). El puente de mediación viene dado por la Virgen.
- La estructura de los milagros. En primer lugar, cada uno de ellos contiene dos estrofas iniciales que contienen apelaciones directas al público que sirven para presentar el relato del milagro que viene a continuación. De la misma manera, como cierre de cada uno de los milagros nos encontraremos con una o dos estrofas de carácter exhortativo que funcionan como conclusión del relato y que le sirven a Berceo para extraer la enseñanza que cada milagro ejemplifica. En el centro de la narración nos encontraríamos con la intervención de la Virgen María.
1.2 Arcipreste de Hita
Juan Ruiz, mejor conocido por El Arcipreste de Hita, vivió a mediados del siglo XIV, de acuerdo a los datos cronológicos de las publicaciones de su libro. Aún no ha podido concretarse el año de nacimiento ni el de su muerte, ni siquiera ubicar el lugar exacto de su nacimiento, sospechando unos que fue Alcalá de Henares y otros la ciudad de Alcalá la Real, pueblo de Jaén. El caso del Arcipreste no es el único. Muchos otros escritores de este período medieval corrieron la misma suerte.
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