Narraciones. FLORECER
Enviado por HERMENEGILDA DURAN INOCENTE • 27 de Octubre de 2020 • Documentos de Investigación • 1.027 Palabras (5 Páginas) • 136 Visitas
[pic 1]“AÑO DE LA UNIVERSALIZACIÓN DE LA SALUD”[pic 2][pic 3]
INSTITUCIÓN EDUCATIVA “SAN LUCAS JEC” PAMPAMARCA.
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Título del texto narrativo: Florecer.
Docentes a cargo: Florencio Acosta Luna y Rafael Cajaleon Yacari. Alumno: Victor Orlando Herrera Mato.
DNI: 74365738.
Grado y sección: 4° “B”
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01 de septiembre 2020, Pampamarca - Huánuco.
FLORECER.
¿De qué sirve estudiar? – grito Angela – muy segura de sí misma.
Todos la observaban asombrados, ningún estudiante se había atrevido a mencionar tales palabras delante de muchos profesores y, de hecho, de los muchos profesionales nadie pudo pronunciar ni una sola palabra, tal vez por la inesperada pregunta que se les formulo, tal vez por la rebeldía de aquella niña que apenas tenía doce años, tal vez por el simple hecho de no saber o tal vez por la falta de autoconocimiento. Después de unos minutos, entro el que sería admirado y reconocido por Angela, el que le haría comprender la realidad en el que vivimos.
¿Escuchaste sobre la famosa pintura “las manos que oran”? – dijo suavemente, el profesor de filosofía, Elias – es muy interesante, te contaré sobre la historia que hay tras esa pintura.
Ángela decepcionada y enojada por el silencio de hace un momento, no dijo nada, expresando molestia con la pregunta que le acababan de hacer. Sin embargo, el profesor comenzó a relatar aquella hermosa historia de amor. Poco a poco el ambiente se tornaba acogedora, intrigante y sobre todo emocional.
Dos hermanos con un mismo sueño, el de ser grandes pintores, lanzarían una moneda para decidir quién se iría a estudiar y el que perdiera trabajaría en las minas para pagar los estudios del ganador, al terminar los estudios, el ganador pagaría entonces los estudios al que quedara en casa. Albrecht Durero ganó y se fue a estudiar. Al pasar los cuatro años de estudios, Albrecht resulto ser mejor que sus maestros y comenzó a ganar considerables sumas de dinero por la venta de sus pinturas. Como era de esperarse regreso a su aldea, y en la cena, en el brindis final Albrecht, agradeció y propuso que era el turno de su hermano que trabajó durante cuatro largos años, con la cara llena de la lagrimas el hermano expreso que era muy tarde para él, puesto que la artritis de su mano derecha había avanzado considerablemente y por trabajar en las minas sus manos se habían destruido.
Todos estaban cautivados por aquella bella historia, y más importante, algunos se preguntaban sobre la relación existente entre la importancia de la educación y el relato en sí, también había quienes creían y aseveraban que una niña de doce años no entendería y comprendería un
mensaje de tal grado. Claro que no lo decían abiertamente y mucho menos lo mencionaban, apenas y se les notaba en la forma de sus rostros y su expresión, al profesor Elias poco o nada le interesaban esas expresiones, tomando como protagonista principal a la niña frente a él.
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