Pinceladas y luces en un Góngora
Enviado por mabelteresa • 12 de Septiembre de 2017 • Ensayo • 1.392 Palabras (6 Páginas) • 188 Visitas
pinceladas y luces en un Góngora
Visión pictórica de Polifemo y Galatea
Mabel Osorio Pedraza
Cód. 2005840
Correo electrónico: mabelosorio0505@yahoo.es
Universidad Industrial de Santander
Bucaramanga, mayo 28 de 2017
Sin lugar a dudas no hay escritor, poeta, pintor, o escultor más barroco que Góngora, sus creaciones son un despilfarro de elementos retóricos que hace de su comprensión para muchos un reto casi inalcanzable. Pero cuanta belleza y cuanta destreza encierra la oscuridad de sus versos, que ya entrados en el ejercicio deleitan al menos convencido. Un acercamiento descuidado no es suficiente para descubrir la perla que esconden en sí, se requiere paciencia, una mente abierta y ser un lector ideal en prácticas, para poder así degustar el dulce néctar de cada flor. Cómo se puede ver en la Fábula de Polifemo y Galatea, el autor recurre a cuanta figura es conocida para expresarse, en ese orden de ideas, su poesía es rica en metáforas, epítetos, alegorías, espejos, paralelismos, hipérboles entre muchos otros, con los que la tapiza; pero hay tres elementos que parecieran unirse y realizar el mismo efecto, como si el uno fuera eco para el otro, estos son la aliteración, el hipérbaton y el color. Al unísono, tienen la función de enriquecer la descripción de los personajes y del cronotopo de la obra, en este texto, se pretende hacer una aproximación al uso del color que se graba en su poesía no solo cargándola imágenes sino como pieza esencial de la misma. De ese modo se podrá afirmar que el poeta Luis de Góngora y Argote no escribe en blanco y negro, sino a color, por tanto, se apoya en su uso para aportar aún más textura y profundidad a su obra.
Góngora plasma en el papel, cual lienzo, pinceladas de oscuridad y luz, así como de una amplia escala cromática, las cuales evocan emociones y construyen el cronotopo de su fábula, a semejanza del pintor que usa estos contrastes para resaltar elementos en su pintura, así los usa Góngora para caracterizar los espacios en que se desarrolla su fábula y a sus personajes, esto se puede observar en la estrofa VIII que reza:
Negro el cabello, imitador undoso
de las obscuras aguas del Leteo,
al viento que lo peina proceloso
vuela sin orden, pende sin aseo;
un torrente es su barba impetuosa,
que, adusto hijo de este Pirineo,
su pecho inunda, o tarde, o mal o en vano
surcada aun de los dedos de su mano. (Góngora, v.VIII)
Las palabras señaladas connotan un fondo oscuro, negro, tormentoso, con el que se describe a la persona de Polifemo, no solo en haciendo referencia a su aspecto físico sino también a lo que se halla en su interior, así en adelante, cada vez que el autor se refiera a él, lo hará a través de colores que denotan oscuridad, como si hablase de un ente tenebroso, sin belleza alguna, que solo puede ser definido por medio de elementos tan ennegrecidos, y sombríos como lo es él.
En contraposición a este hecho, cuando el autor hace describe a Galatea, lo hace con tal delicadeza, usando colores tenues y claros como si en la descripción realizara una suave caricia con el pelo del pincel, y en su trazo la rozase y la tiñese, pero solo un poco. Esto es apreciable en las estrofas XIII y XIV que dicen:
Ninfa, de Doris hija, la más bella,
adora, que vio el reino de la espuma.
Galatea es su nombre, y dulce en ella
el eterno venus de sus gracias suma.
Son una y otra luminosa estrella
lucientes ojos de su blanca pluma:
si roca de cristal no es de Neptuno,
pavón de Venus es, cisne de Juno.
Purpúreas rosas sobre Galatea
la alba entre lilios cándidos deshoja:
duda el amor cuál más su color sea,
o púrpura nevada o nieve roja.
de su frente la perla es, eritrea,
émula vana; el ciego dios se enoja
y, condenado su esplendor, la deja
pender en oro al nácar de su oreja. (Góngora, v.XIII y XIV)
En estos versos, se subrayan el azul las palabras que connotan un color en semblanza al blanco, así cuando habla del reino de la espuma, metáfora que encapsula al mar, y al oleaje que al acercarse a la playa produce espuma blanquecina, del mismo modo, la expresión blanca pluma, es metáfora del color pálido de su piel, y así cada palabra: perla, nieve, nácar, cisne redundan en una sola cosa, la belleza de Galatea recae en pura, limpia y sin mancha tez. De ese modo, Góngora realiza la mímesis de la realidad a través del color y sus contrastes, posibles al rociar su cándida piel con el rojo purpureo puesto en sus labios. (Góngora)
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