REVOLUCIÓN EN LA LECTURA

DANIELA ESMERALDA PIMENTEL NODAL

TEORÍAS SOBRE LECTURA

¿HUBO UNA REVOLUCIÓN EN LA LECTURA A FINALES DEL SIGLO XVIII?

Al pensarse sobre si es una afirmación el decir que existió una Revolución de la Lectura, podemos encontrarnos con una serie de dudas sobre a qué podría referir; si se trata de un episodio positivo o no para los amantes de las letras o si es algo que pudo pasar completamente desapercibido. Creo que la mayoría de las personas dudaría en poner esta práctica tan común, que incluso parece carecer de importancia, como un medio de cambio para la sociedad entera, posiblemente quienes nos dedicamos al estudio de la lectura nos percatamos de todo esto, pero para quien no tiene este hábito entre sus actividades diarias, podría sorprenderse con la lectura de este capítulo.

En síntesis, aquí se menciona lo que fue la lectura como medio de evolución comunitario, arrasando desde la fiebre lectora y la burguesía que, en el periodo de la Ilustración, notó la gran herramienta que era esta práctica como adoctrinamiento social. Comenzó como lo vimos en lecturas anteriores, siendo una enfermedad contagiosa que afectaba desde el más poderoso hasta los sirvientes de este, incluso se hicieron afirmaciones sobre los síntomas que presentaban los afectados por la manía lectora, siendo peor que las adicciones al tabaco, al vino o las apuestas.

Lo que resalta aquí es la mención sobre el cambio de lectura intensiva a extensiva. Siendo la intensiva aquella que debía ser repetitiva y la mayoría de las veces buscando su enseñanza en la biblia, volviéndose extensiva al convertirse en una práctica individual que buscaba satisfacer el deseo de entretenimiento.

También se habla del papel de la burguesía, que, así como existió como clasificación de las personas que se separaron de las más comunes por sus méritos, poder o riquezas, en el caso de la lectura, eran aquellos funcionarios con formación académica, eruditos intelectuales que mediante esta práctica buscaban ilustrar al otro, según las conveniencias sociales de la época y su posición.

Como la lectura dejó de ser algo solo para los más afortunados, se buscaba con la ideología de la Ilustración una manera de que esto fuese a su favor, buscando que esta práctica fuese "útil” incluso se dio la creación de material educador para sirvientes y estratos más bajos a ellos, entre estos, revistas morales o manuales del buen sirviente.

A pesar de todo, y de sí existir gran auge en esto, la evolución de la lectura fue tal que este marco disciplinante, recomendado por autoridades, dejó de satisfacer las necesidades del lector, que enfocó más su pasión y desenfreno por la lectura en materiales que movieran sus sentidos y emociones.

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