Reseña de La Maravillosa Historia del Español
Enviado por Marina Cordero • 3 de Junio de 2020 • Reseña • 1.407 Palabras (6 Páginas) • 803 Visitas
“La maravillosa historia del español”
Francisco Moreno Fernández (2015)
Hoy en día, el español, también llamado y conocido como castellano, es la segunda lengua oficial con más hablantes nativos del mundo. Esto significa que, aunque es una de las lenguas que suele enseñarse en las escuelas, tiene el segundo puesto como primera lengua de los hablantes, justo detrás del chino. Sin embargo, cabe preguntarse cómo ha podido llegar a tener más de quinientos millones de hablantes si, en sus principios, era considerada lengua de campesinos.
Esta obra realizada por Francisco Moreno Fernández transita por las vías de la historia de esta lengua, desde sus principios hace más de tres mil años, a partir de otras grandes lenguas utilizadas en Europa, es decir, la lengua celta, la germánica, la eslava y la itálica. Hasta llegar a los tiempos modernos.
Es de resaltar, que esta obra resulta de fácil lectura, debido a la forma de su escritura que nos recuerda al de una novela. Es por esto que encontramos tanto personajes como palabras con el rol de ser los protagonistas de esta historia, cada cual acorde a su momento. Es una obra sin fines de ser estudiado como referencia filológica, ya que resulta accesible a cualquier persona que se inste a leerlo, sin necesidad de ser ducho en la materia.
Se fundamenta en dos fechas concretas, que resultaron esenciales para la historia de España: 1492 y 1810. Como bien sabemos, en 1492, además del descubrimiento de América, llevado a cabo por Cristóbal Colón, los Reyes Católicos lograron conquistar la Granada nazarí. El año 1810 resultó bastante trémulo, debido a las consecutivas guerras que tuvieron lugar. Una de estas fue la Guerra de la Independencia contra Francia, donde las colonias españolas consiguen su independencia de la corona.
Otro de los motivos de su ágil interpretación es su disposición, ya que cada capítulo consiste en unas diez páginas en las que nos habla de ejemplos de aquella época, mapas que nos ilustran su posición geográfica y no cuenta sobre “personas, personajes y personillas” adecuados para ejemplificar tanto la época como la situación.
Esta disposición resulta de gran simpleza. La obra abre con una leve introducción, seguida de una muy breve sección dedicada a los agradecimientos. A grandes rasgos, se puede fraccionar en tres partes, divididas entre sí por las fechas previamente mencionadas.
La primera parte abarca desde sus orígenes hasta el 1492, la segunda desde el descubrimiento de América hasta la independencia colonial y, por último, desde este momento de independencia hasta la actualidad. Seguidamente, la obra consta de un glosario de conceptos que refieren a los aparecidos a lo largo de la obra y, por último, una bibliografía.
En el comienzo del libro, el autor cuenta que, hace unos tres mil años, había cuatro grandes lenguas en Europa: las anteriormente mencionadas, celta, germánica, eslava e itálica. Según los estudiosos de la lengua del siglo XIX, estas proceden de una lengua, llamada antecesor común, el indoeuropeo. Por la concurrencia de la conquista de diversos pueblos en la península ibérica, la lengua hablada fue evolucionando con el tiempo.
Así, con la sucesión del territorio de celtas, a romanos y, por último, visigodos, la conquista peninsular de los musulmanes originó la modificación geográfica y política. Es a partir de aquí, cuando comienza a constituirse el origen de lo que dará lugar al castellano, en un contexto principalmente reducido.
En el periodo del condado de Castilla, el latín empieza a transformarse en una lengua romance para configurar un nuevo idioma. Una lengua no necesita ser escrita para existir, sin embargo, sí es necesaria su escritura si pretende ser conservada a lo largo del tiempo. Es por esta razón que la escritura era considerada de fundamental menester en los monasterios, allá por el año 1000.
Las glosas, observaciones en los márgenes de los manuscritos latinos, son desarrolladas por Menéndez Pidal por ser los primeros escritos en lengua romance. De igual modo, las lenguas romances comparten cierto rasgo: varían según el contexto.
Es Alcuino de York quien, en esta primera parte de la obra, nos cuenta cuales son las reglas para la evolución de la lengua latina, lo que desembocará posteriormente en otras lenguas.
Alfonso X impulsó a la Escuela de Traductores de Toledo, la cual convierte al castellano en lengua de ciencia y pensamiento. Este también favoreció la dispersión del castellano como idioma. Así, se asentó como idioma común del reino.
En su segunda parte, la obra nos remite al imperio de la revolución, momento de transformación social, bien conocida hoy día como “Siglo de las Colonias”. Se enfrentan en numerosas ocasiones el Imperio español y el Imperio turco como potencias mundiales, comenzando España su expansión hacia Asia y América, y formando así sus colonias.
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