Resumen del libro: El Jarrón Azul

Resumen del libro: El Jarrón Azul

Es una historia que nos deja mucha enseñanza sobre los deseos de superación de una persona que no se deja vencer ante cualquier adversidad que se le presenta, y que no debemos de juzgar a las personas que tienen capacidades especiales o que muestran algún impedimento físico, les tenemos que dar la oportunidad de demostrar de que son capaces porque muchas veces estas personas son más fuertes de lo que parecen, nos enseña a no juzgar por las apariencias. El personaje principal es un ejemplo de que cuando nos fijamos una meta no tenemos que rendirnos sin importar los obstáculos que se nos presenten en el camino.

El señor Ricks es una buena persona ya que, al ver el carácter y la decisión de Peck, permite darle una entrevista y la oportunidad de trabajar en su empresa y de demostrar de puede desempeñar cualquier puesto dentro de la empresa, esto a pesar de que Skinner no quería darle dicha oportunidad por haberlo juzgado antes de conocerlo.

Peck logra convencerlos de que es un gran vendedor al haber logrado cerrar muy buenos negocios en el tiempo que estuvo fuera de la ciudad como prueba, esto para ver si era la persona que estaban buscando.

Por lo que el señor Ricks propone mandarlo a Shanghái ya que lo ve muy capaz para el puesto en esa oficina, pero decide hacerle una prueba. Esa prueba trata de comprar un jarrón azul, Peck la acepta sin saber los obstáculos que se le presentaran a la hora de obtener ese jarrón.

Peck se tarda varias  horas en encontrar la tienda donde venden ese jarrón, luego de pensar otras alternativas para encontrarla llama al señor Ricks para corroborar la dirección, sin ninguna respuesta de la llamada decide volver a buscar la tienda de nuevo dándole vuelta a las calles y buscando en calles alternativas, incluso en calles poco transitadas pero en las que el sabía que podía vender esa clase de artículos, nunca se dio por vencido y siguió buscando hasta que llego a una calle con varias tiendas en la que una de ellas tenía en su vitrina un jarrón con las características que le había indicado el señor Ricks, pero vio la tienda cerrada y se fijó en el nombre, se fue al hotel a buscar en un directorio telefónico y vio a 19 personas con el apellido Browne que tenía por nombre la tienda, nunca se dio por vencido y siguió llamando. Luego regreso y se dio cuenta que era Brown, luego de que dio con el dueño de la tienda, lo logro convencer de le abrieran la tienda, pero el encargado se atrasó, hasta que por fin logro ingresar a la tienda, el precio del Jarrón era de 2000 dólares, y el solo llevaba 10 dólares en su bolsa. Por lo que decidió empeñar un anillo.  Después de tantas vueltas pudo obtener su jarrón, pero ya era tarde para poder entregarlo, así que decidió contactar a su amigo que era aviador y lograron emprender el viaje en avioneta para poder interceptar el tren en el que iba el señor Ricks. Al momento de entrar al tren, el señor Ricks quedó sorprendido de que Peck lo había logrado, por lo que le explica que todo fue una broma o una prueba que el planeo para ver si era la persona que buscaba y le comentó que estaba orgullosos de el y que lo iba a compensar con un trabajo de 10,000 dólares al año, ya que le había demostrado que era la persona que el necesitaba para tomar las decisiones y desempeñar tan importante puesto.

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