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Resumen libro Una cabaña en un arbol


Enviado por   •  24 de Mayo de 2023  •  Resumen  •  1.340 Palabras (6 Páginas)  •  141 Visitas

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LA CABAÑA EN EL ARBOL.

Autor: Gillian Cross.

1° Capitulo: “El Castaño”.

Santi tenia cuatros años y Juan ocho. Vivian en una casa nueva, recién construida.

Pero el árbol que había al final del jardín tenía cien años.

- ¡Papá! ¡Ven a ver! ¡Podemos hacer una cabaña en el árbol!

- Es un castaño precioso.

- Dijo emocionado-.

-Parece perfecto. Ahí, donde se dividen las ramas, puede ir a la plataforma.

-¿De verdad nos vas a hacer a hacer una cabaña? – Dijo bajito, como si ocultase un

secreto- ¿En serio?

Papá le miro y volvió a sonreír.

Un día, ha mediado de julio, papá regreso temprano a casa. Beso a Santi, el guiño un

ojo y desapareció en el interior del garaje. Santi apretó la mano de mamá y alzó la

vista hacia ella. Estaba demasiado emocionado para decir nada, pero comprendió.

Sonrió a Santi y le devolvió el apretón.

Juan soltó el bolsón del cole junto a la puerta y atravesó el jardín a la carrera.

Papá asomo la cabeza entre las largas y dentadas hojas y emitió su terrible gruñido

de Ogro Feroz.

- Si algún niño sube por esa escalera. ¡ME LO COMERE CON PAPAS!

Pero nos es necesario hacer nada – Dice Santi-

-¿Qué están esperando?, ¡Vengan, para arriba!

En un instante, Juan estaba arriba en lo alto de la escalera.

- ¡Es Fabuloso! - exclamo Juan- ¡Ven a ver Santi!

Santi consiguió llega llegar arriba y miro a su alrededor. Se quedó boca abierta. Por

todas partes colgaban unas flores amarillas y largas, que parecían orugas peludas.

-Quédense aquí los dos- dijo el papá- cogió el teléfono y sonrió-. ¡Hola! ¿Luis?

Cuando colgaba apareció la mamá.

-¡Rosa! ¡He conseguido contrato en América!

-Saldré pasado mañana_ respondió papá. –Estaré afuera seis meses.

-¡No puedes irte! Dice Juan ¡no has acabado la cabaña!

- No hay que ponerse así, dijo la mamá yo los ayudare a construirla.

Papá suspiro.

-¡Estarás devuelta a tiempo para asar las castañas? – pregunto Santi.

2° Capitulo: “El primer paquete”.

Pasaron tres semanas antes de que llegara el primer paquete.

-¿Por qué no trepas tú también Santi?

Santi deseaba poder subir más que ninguna otra cosa en el mundo. Pero cada vez que

miraba hacia arriba, sabía que era imposible. Pensaba que sus pies resbalarían o no

resistirían las ramas. No podía hacerlo.

Llegó el paquete un sábado por la noche, cuando vieron sus nombres en el paquete,

supieron quien lo enviaba.

Juan sostenía entre sus manos un revoltijo de piezas de maderas y cuerdas.

-¿Qué es esto mamá?

Mamá sonrió. –Ya lo veras.

Cogió los extremos de dos cuerdas y las dejo caer.

-¡es una escalera de cuerdas! Ya puedo subir

A juan le brillaban los ojos.

¿Cómo has llegado ahí? -Trepando, pero ha sido muy difícil.- oye Santi, de verdad que es

muy fácil subir hasta la cabaña.

-Hemos cambiado de idea mamá. No la queremos la escala a cuerda podemos trepar sin

ella.

-Veamos como lo haces.

Santi se acercó al árbol, miro hacia –Vamos, sube- le susurro Juan.

Santi miro más arriba, despacio y cuidadosamente, Santi empezó a trepar.

-¡Lo conseguiste Santi! ¡Lo conseguiste!

Esa misma noche, Juan le escribió a papá.

Querido papá:

¡La escalera de cuerdas es GENIAL!

¡Hemos hecho una atalaya!

Muchísimas gracias.

Muchos besos de

Juan y Santi.

Se quedó dormido y soñó con grosellas y castillos.

3° Capitulo: ¡El enemigo ataca!

Santi empezó a ir al colegio en septiembre. El primer día de clases su profesora, la señora

Ramírez les conto una historia de un pájaro mágico de oro, Santi lo pinto y se lo envió a

su papá.

La siguiente carta de papá decía.

Queridos Juan y Santi:

Me alegra que les haya gustado la escala de cuerda.

También a mí me encanto el dibujo del pájaro de Santi.

He estado pensando, y la cabaña del castaño sería un lugar perfecto para observar los

pájaros, así que les envió esto.

Los quiere.

Papá.

Dentro del paquete había unos prismáticos.

-¿Para mirar los pájaros? ¿En el castillo?-dijo Juan.

-No tienen por qué ser pájaros -dijo mamá.

.Adelante, don Santiago. ¿Qué le parece si nos dirigimos al castillo a hacer guardia?

Debes decir “ciertamente, Don Juan”

-¡Subamos, pues, al castillo don Santiago.-ciertamente, don Juan.

Colgándose los prismáticos al cuello.

...

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