Resumen panalito de miel
Enviado por Jose Ignacio Tavara Infante • 23 de Julio de 2019 • Resumen • 2.381 Palabras (10 Páginas) • 9.921 Visitas
RESUSMEN DE LA OBRA LITERARIA PANALITO DE MIEL
Nos habla de una chica que se llama Ángela la cual ayudaba a su mamá a vender caramelos en el mercado de Piura y en las noches, con una fuente plástica al hombro, sonriente ofrecía salchipollo a los viajeros en el terminal terrestre de Castilla.
Su padre es mototaxista y el poco dinero que ganaba lo desperdiciaba en el juego de casino y su esposa se quejaba de eso y le reclamaba que dejara el vicio, lo cual a él no le agradaba, su esposa con las ganas de ayudarlo le decía vamos donde el pastor que él nos puede ayudar, pero él le decía que acaso tenía algo con el porque lo mencionaba, pasaban los días y seguían las discusiones, pero en el momento menos inesperado , Odilón Malmaceda desapareció del su asentamiento humano, su esposa e hija lo buscaron pero no lo encontraron. Hasta que un día Ángela se enteró que habían visto a su padre en un poblado cercano y se alegró mucho.
Iba en tercer grado de secundaria y decidió no ir a la escuela para viajar al lugar donde habían visto a su padre, en el bus hizo una amistad con un señor, quien amablemente le ofreció trabajo y posada, ya que tenía una casa con varias habitaciones y además argumentó que tenía hijas y no le gustaría que algún día pasaron por lo mismo y ella al escucharlo se sintió protegida y el desconocido ganó su confianza, cuando llegaron un auto los traslado a un poblado y luego ingresaron por la parte de atrás del lugar, había mucho ruido y un salón en donde habían mujeres moviéndose sensualmente, la llevo a una habitación, le dijo que le traerían comida y que se ponga una ropa ligera que había allí , luego entró una chica a dejarle comida con un vaso de piña, le dijo sírvete nomas que de aquí empieza tu chamba papaya, papayita y salió con una sonrisa.
Ángela no entendía aquellas expresiones, como tenía mucha sed bebió su contenido, al instante se sintió mareada, el vaso resbaló de su mano y de rompió luego cayó en un sueño profundo, al despertar sintió un dolor entre la entrepierna, un pequeño rasgo de sangre escarapeló su cuerpo, el hombre ingresó al cuarto y le dijo bienvenida a esta dulce morada, el trabajo es papaya, fácil. Como verás ya te bauticé, no te asustes, pronto dejarás de sangrar y la amenazó de muerte si intentase escapar y le dijo que solo tiene que ser amable con los clientes, luego de eso comenzó con su primera “chamba”. Le dijeron que le darían su pago, cuando ella quiera pero luego de dos meses, pasó el tiempo y ella iba a reclamar su dinero pero el hombre le decía sarcásticamente que no había dinero en caja y que esperase con paciencia un par de meses o cualquier otra excusa.
Así pasaron cuatro años atendiendo a hombres de toda índole, repudiando caricias y frases procaces, y sin recibir una moneda ni recuperar su libertad. Un día ocurrió algo inesperado, tres hombres ingresaron al prostibar. Pidiendo cerveza y disfrutando de la compañía de bellas damas que derrochaban sensualidad, besos y caricias, uno de ellos solicitó el servicio de las chicas y luego anotó en número de habitación de las féminas más atractivas, para luego escoger al azar. Su petición especial: que lo atendiesen a oscuras.
Culminada la atención Ángela, asqueada, encendió la luz para vestirse y se sorprende al reconocer a su padre por un lunar en su pómulo izquierdo, quien era su padre, por el cual había abandonado sus estudios lo tenía en frente, ebrio, haciéndole gestos obscenos, con una sonrisa diabólica.
Ella le pregunta que si no la reconoce, el hombre tambaleando como hoja sacudida por el viento, solo la miró y soltó carcajadas, él la reconoció y le dijo que no se arrepentía de haberlas abandonado. Le dijo tengo otra mujer que no me controla, me cansé de que tu madre me controle la vida y me hable de Dios. Pero gracias a ese amigo que me indujo al juego ahora tengo una mejor condición de vida, me trajo s este lugar, pero lamentablemente murió, quizás por eso he adquirido esta enfermedad, que dicen es contagiosa y no tiene cura. ¡Maldita sea! Pero no importa, seguiré divirtiéndome en la vida. Ja, Ja, Ja, Ja…..
Ahora tengo dinero como pulga en panza de perro y no soy monstruo Ja, Ja, Ja….
Sale del cuarto y le dice que espere, que va a pagar una hora más, mientras baja las escaleras piensa y se arrepiente de lo que había hecho, trató de volver pero repentinos golpes en el estómago y en el rostro lo hicieron caer. Por fin te encuentro le dice el agresor pisándole el pecho como si se tratara de una cucaracha diciéndole: Pensabas que no iba a salir de la cárcel, que no me iba a enterar de tu soplonería, los dos hombres que llegaron con él ahora lo agarraron y lo metieron a la maletera de un auto, el agresor les dice; Gracias muchachos, por traerlo a mis manos, tendrán buena paga…. Mientras Ángela sacó un paquete debajo de un colchón destartalado y corrió al tercer piso, donde estaba su amiga con quien había planeado escapar en varias ocasiones, amiga que ahora la contemplaba sin vida, colgando de la ventana. Una tristeza profunda se desbordó sus ojos como un río diminuto pero indetenible.
El frio se hizo intenso. Flor Esperanza se sintió transportada hacia el gélido clima de su caserío, ubicado en lo remoto del ande piurano, allá donde la pobreza se pasea oronda y de la mano con el olvido. Llegó a su mente la imagen tierna de su madre, mujer iletrada pero experta en el tejido de vistosas alforjas y ponchos, recordó su cada, se vio cargando agua del rio, saludando a los colegiales, mientras pensaba que cuando sus padres se animasen a enviarla a la escuela.
Al cumplir trece años, Flor Esperanza se mostraba risueña y hermosa, deslumbrando a los jóvenes con sus ojos blancos y tez blanca, un día en verano una camioneta lujosa se aparece por su poblado lo cual era muy raro ya que solo aprecian esas camionetas en caravana solo en tiempo de elecciones, ella estaba con su hermana pasteando las ovejas en las faldas de un cerro aledaño y escucha a su madre que llamaba, cuando llega su mamá le dice que hay una señora que quiere hablar con ella sobre un trabajo. Dice que es fácil y ganarás mucho dinero. Flor la miró sorprendida moviendo la cabeza en gesto de negación. Volteó la mirada hacia su hermana, quien le apretaba la mano. Valiente (el pero), gruñó y se acercó amenazante. Flor se negaba pero la señora dice que va a tener un buen sueldo y su mamá responde: La señora es buena gente, me ha dado un adelanto de tu sueldo. Mientras la señora responde: Te ofrezco un trabajo sencillo y bien remunerado con todos tus beneficios. Es lavar y planchar, nada más es papayita le dijo que si quería estudiar ella la podía ayudar. Flor opta por acceder a la petición de la señora, le promete a su hermana que le traerá la muñeca que tanto quería, se despidió de su madre con un abrazo fuerte y algunos vecinos. Llega al lugar y se dio cuenta que el lugar estaba pintado de amarillo, el bullicio de la cantina era ensordecedor y es cuando ella siente temor y más aún cuando ve la forma de vestir de las chicas que iban y venían con botellas de cerveza. Cuando llega al tercer piso una mujer se le acerca y le dice yo soy la dueña de este edén donde los hombres no pueden resistirse a probar nuestra miel, de ahora en adelante eres una obrera más de nuestro panal, y yo sigo siendo la reina. Y Flor no entendía y pregunta nerviosa de que se trataba y la mujer le dice que pronto lo entenderá, le dice que ese será su habitación y de nuevo ingresa ese hombre quien le dice que se bañe y se vista arrojándole prendas de vestir a la cara frotándose las manos el hombre le hizo falsas promesas y mientras flor se bañaba sus ojos se inundaron de lágrimas. La decepción quebró el cristal de sus sueños. Luego de eso se puso la ropa típica del lugar, una diminuta falda amarilla y blusa blanca transparente una chica le llevó algo de comer y beber y le dijo con este jugo te pondrás chévere, amiga. No sentirás las garras del zorro que te devorará…. Ja, ja, ja. Hoy es tu bautizo pequeña.
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