Resumen por capitulos vive tu muerte.

Vive tu muerte

Poncho estaba estacionado en su puesto con su novia mari describe a su novia como una chica delgada bonita etc…, y ella también era igual de adicta que él, lo acababan de ascender de pues que la marihuana y cocaína habían mejorado en sus ventas, al igual que su territorio dejo de ser uno de los tantos vendedores de su universidad estaba de bue humos ese día, quería sacarle jugo a la vida; esa noche estaba tan orgulloso de sí mismo sintiéndose el mejor de todos y se estaciono un carro junto a ellos, eran más que nada unos judiciales y le dijeron que abriera la cajuela de su carro; aparte de llevarse la droga también se llevaron a mari su novia de poncho y la violaron.

Posteriormente despertó en una celda boca abajo, se podría decir que era una celda llena de orines, estaba muy golpeado después de que se desmayó; todas sus cosas habían desaparecido y recordó a mari lo que le había pasado, así fue cuando la borro de sus pensamientos, no pregunto por ella; al momento escucho su nombre salió a un pasillo, lo llevaron a una sala donde estaba su papá, pensó que su padre le diría cosas despreciables y se iría ; le dieron unas ganas tremendas de abrazarlo pero por la situación en la que estaba no podía, salió corriendo y le dijo al policía que le pegara o que lo matara, este lo llevo a otra celda.

Se dio cuenta que sus padrinos no lo ayudaron a salir de la cárcel, meses después se enteró por casualidad su captura la habían planeado sus padrinos; también de que su papá había vendido su camioneta por la seguridad de él, en la cárcel del cereso le hicieron un especie ritual para los nuevos presos; allí conoció a Gerónimo, Pablito y Pablote según él, nadie le hablaba ni sabían porque estaba ahí, mientras compartía la celda con los tres ya mencionados recordó a mari, ya se había olvidado por completo de ella.

A la mañana siguiente sonó una sirena, poncho se despertó inmediatamente, los llevaron a un baño donde estaban casi todos los de la cárcel; su existencia era equivalente a la de una hormiga, la maldad de los demás presos irradiaba por sus poros; después de eso fueron al comedor hizo fila para la comida, con su charola en las manos buscaba un asiento vacío, por un impulso decidió sentarse junto al maldito que así le había puesto el por qué su mirada era penetrante.

Serían las tres de la mañana y Pablito despierta a poncho un poco alterado pue estaba llorando, al ver que esto era cierto le dio un cabezazo por vergüenza y este cayó al piso entonces Pablito le dijo que estaba en esa celda porque su papá pagaba como si fuera el rey de ahí, poncho se puso muy agresivo y empezó a golpear, patear a Pablito; en eso se levantó Gerónimo regaño a poncho diciéndole que Pablito no se podía defender y que era un cobarde.

Al día siguiente al momento de despertar sonó la sirena, Gerónimo le dijo al policía Pérez que se llevara a poncho que no lo quería volver a ver otra vez en su celda, lo pondría en la celda de los perros pero decidieron que no pues su papá había pagado y lo pusieron en la celda de los chinacos que eran los gatos del pan duro, tenía que dormir en el suelo porque los chinacos tenían sus cosas en la cama de las literas e intento ganárselos tendiendo sus camas pero ellos lo veían como una esclavo más.

En su mente dijo que tiendan sus camas ellos y dejo de hacerlo cuando iba al comedor como siempre hizo fila agarro su charola y se fue a sentar al piso, en ese momento los chinacos y los perros eran enemigos, los chinacos se lanzaron contra los perros sacando una navaja y una pistola uno de los chinacos apuñalo al maldito y este cayó junto a él, lo único que se le ocurrió utilizar en ese momento a poncho fue su curso de primeros auxilios que le dieron en la prepa.

  Al salvar al maldito, el otro tipo que trabajaba con el negro se llevo a poncho a su celda claramente le tocaba dormir en el suelo, al día siguiente tenía que ir a conocer al negro quien estaba en una celda enorme y muy lujosa, poncho estaba feliz de pasar a la banda de los perros y ya tenía de apodo el vampiro, tan contento estaba que ya ni se preocupaba por si lo mataban o no; pasaron casi 6 meses de vez en cuando llegaban noticias del maldito que no se acababa de morir, ni de recuperarse en el hospital.

...