SUPERESTRUCTURAS TEXTUALES
Enviado por Juan Nicolas Tomasi • 5 de Marzo de 2021 • Tutorial • 10.164 Palabras (41 Páginas) • 653 Visitas
EL RESUMEN
[Para el abordaje de este tema hemos partido del marco teórico provisto principalmente por la psicología cognitiva y por el análisis del discurso (ver bibliografía).]
El problema más común que se nos presenta cuando deseamos resumir un texto es jerarquizar adecuadamente la información –lo que tradicionalmente se ha conocido como “destacar ideas principales y secundarias”- a efectos de diferenciar lo que pondremos y lo que no en nuestro resumen.
¿Por qué es difícil jerarquizar la información, determinar qué es importante y qué no?
Fundamentalmente porque nos falta un punto de referencia para determinarlo, un criterio contra el cual comparar si estoy eligiendo bien o no lo que pasaré al resumen. Si bien no existe una fórmula mágica para solucionarlo, los textos poseen características que nos ayudan bastante a jerarquizar y decidir qué es lo relevante: las superestructuras textuales.
- SUPERESTRUCTURAS TEXTUALES
Aunque a veces nos encontramos con textos amorfos, muy desordenados en la organización de sus contenidos, la mayoría se atiene a superestructuras bastante bien definidas para cada tipo o secuencia textual y que podemos reconocer claramente.
La superestructura del texto es algo así como el esqueleto, el armazón que organiza al texto por partes que cumplen, cada una, su función dentro de la configuración y desarrollo del mismo.
Por ejemplo, todos sabemos por nuestra cuenta o hemos aprendido en la escuela que el tipo o secuencia textual de la narración tiene una superestructura canónica o clásica compuesta por presentación, nudo y desenlace. Así es como la presentación introduce las circunstancias de lugar y tiempo, los personajes y el inicio de las acciones; con el nudo sobreviene alguna clase de problema o conflicto que deberá resolverse –para bien o para mal- y en el desenlace asistimos a esa resolución de la historia; a veces puede seguirla, incluso, una evaluación a modo de lección o moraleja, pero no siempre –esto falta frecuentemente en un cuento actual o en una novela, por ejemplo, aunque sí figura en una fábula o en un relato infantil.
Veamos. En el relato tradicional de Caperucita y el lobo podríamos observar esta superestructura aproximada:
- Presentación
Partida de la niña Caperucita de su casa para visitar a su abuelita y encuentro con el lobo en el bosque
- Nudo
El lobo se adelanta a Caperucita, se come a la abuela, se disfraza para engañar a Caperucita y luego también la come
- Desenlace
Aparece el cazador que mata al lobo y lo abre a la mitad para rescatar a Caperucita y su abuelita
Eventualmente, podríamos agregar la moraleja, según la cual hay que prestar mucha atención a las advertencias de mamá y desconfiar de los extraños.
Lo subrayado son partes de la superestructura; lo comentado son macroproposiciones semánticas –ver ítem siguiente- que, prácticamente, ya han construido el resumen de nuestro cuento.
Tan acostumbrados estamos que esta indicación de la superestructura podemos hacerla ya intuitivamente, por conocimiento del género literario correspondiente y/o de la secuencia textual narrativa. De igual modo contamos una película sin problemas. Pero ¿y si no supiera hacerlo intuitivamente? Bueno, en tal caso, podríamos guiarnos por la consideración de que las partes-claves del cuento, lo importante para resumirlo, se corresponden con acciones principales que producen un cambio de estado: primero tenemos un cambio de estado que es iniciar las acciones de la historia, luego el momento dramático en que el lobo se come a Caperucita y, por último, otro cambio de estado cuando el cazador libera a la niña y a la abuela. Fijémonos en que para nosotros no fueron tan importantes –al menos no para reconocer la superestructura- los consejos iniciales de la mamá, ni siquiera encontrarse al lobo en el bosque –porque podemos prescindir de esto, lo verdaderamente decisivo es que el lobo corre a casa de la abuelita para esperar a Caperucita y comérsela y para ello no necesita dialogar con ella en medio del bosque- y mucho menos toda la perorata de “Abuelita, qué ojos tan grandes tienes …”, etc. Pudimos prescindir de todos esos detalles porque no provocaban un cambio de estado decisivo.
Ahora bien, existen otros tipos de secuencias textuales y no tienen, obviamente, esta misma superestructura ¿Qué es lo importante en esas clases de textos?
La superestructura de una secuencia expositiva-explicativa se caracteriza, básicamente, por presentar un problema que puede ser enunciado explícitamente y, por lo general, por medio de una pregunta (cómo se origina … por qué sucede/sucedió tal cosa, etc) o bien quedar más o menos implícito en el texto. A continuación se tratará de dar respuesta, explicar, hacer saber, hacer comprender (fase resolutiva) para despejar la duda. Para ello se echará mano a diferentes recursos: definiciones, análisis, una reformulación, analogías y comparaciones, ejemplos que clarifiquen, citas de autoridades en la materia, etc. Generalmente, le sigue una conclusión que sintetiza lo dicho y puede conectar
con nuevos interrogantes.[pic 1][pic 2]
Por supuesto, los textos explicativos pueden tratar diversas temáticas: si explicamos un proceso histórico, tendremos hechos, causas y consecuencias, elementos que no concuerdan con la explicación de un proceso biológico o una operación matemática.
A esta altura ya sabemos que lo más importante de un texto coincide con sus partes superestructurales
Continuemos …
La superestructura de una secuencia descriptiva se distingue especialmente por desarrollar las siguientes partes –el orden puede variar y algunas pueden faltar:
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