Trxto, estructura

El Texto (Estructura)

El poder de la oración

Introducción con anécdota:

María, había sufrido la muerte de la única persona a la que demostró su amor y amistad, su esposo, encontrándose abatida, triste y sola. Habiendo sido él su único amigo y teniendo familiares bastante lejanos, pensaba que ya no tenía necesidad alguna de seguir viviendo. No quería otra pareja o amigos, prefería suicidarse. Mientras caminaba a la farmacia se preguntaba qué pastilla comprar para darle fin a su desdichada existencia, pero de pronto, su idea se vio interrumpida por una hoja situada en el suelo, en la que figuraban las palabras "No estás solo'. Por curiosidad, la toma y empezó a leer acerca de la existencia de un Dios que compartía esperanza, sentido a la vida y enorme paz, y la forma en la que te podía oír, es decir, la oración. Algo incrédula, pero curiosa, sintió la necesidad de darse su última oportunidad. Decidió orar, pero no una vez, sino diario, hasta el punto en que sintió que ya no quería suicidarse, naciendo en ella el deseo de querer conocer más personas, el querer cambiar su vida. Este constituye uno de los muchos casos en los que la oración demuestra ser un factor determinante en la salud (físico, mental y espiritual) de las personas, aunque muchos no lo quieran aceptar, pero es algo que actualmente recibe respaldo científico. A continuación, procederemos a explicar cuáles son las bases científicas que respaldan el poder de la oración en nuestras vidas, siendo algo que trasciende el ámbito religioso.

Desarrollo:

Practicar la oración semanalmente, llega a ser beneficioso y determinante en nuestra salud. Los científicos explican que cuando tomamos el hábito diario de orar, nuestro cerebro aumenta drásticamente su actividad en los lóbulos frontales, que es el área del lenguaje, al igual que cuando nos comunicamos. De hecho, según una publicación de la revista de la Sociedad Americana de Cáncer, los pacientes que son más fuertes y responden mejor al tratamiento son quienes tienen creencias religiosas más arraigadas. Lo curioso es que nuestro cerebro está perfectamente adaptado para alcanzar estas experiencias extrasensoriales y especiales que nos brinda la oración. Recientemente detallan como una cantidad específica de tiempo de oración al día puede ayudar a prevenir la perdida de memoriam, deterioro mental e incluso la demencia del Alzheimer. Además, cubre 47 beneficios, tales como el alivio del dolor, menor riesgo de muerte por atraque cardiaco o derrame cerebral, disminución de ansiedad y depresión, mejoramiento del sistema inmune, entre otros.

El experimento del doctor estadounidense Randolph Byrd. Reclutó a algunos cristianos para que oraran por algunos pacientes elegidos al azar entre unos 400 enfermos frente a una unidad de cuidados coronarios en San Francisco. El resto, el grupo de control, no recibió oraciones. Según el estudio, los pacientes por quienes había intercedido la oración, "presentaron una menor gravedad en la situación que el grupo control". "Estos datos indican que la plegaria tiene un efecto terapéutico beneficioso en los pacientes internados en la unidad de cuidados coronarios" sostuvo Byrd.

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