VARIACION Y CAMBIO LINGÜISTICO EN EL ESPAÑOL HABLADO EN ARGENTINA
Enviado por Miriam García • 22 de Junio de 2020 • Examen • 1.690 Palabras (7 Páginas) • 149 Visitas
VARIACIÓN Y CAMBIO LINGÜISTICO EN EL ESPAÑOL HABLADO EN ARGENTINA
Miriam García
a) “No toda variación y heterogeneidad en la estructura lingüística implica cambio; pero todo cambio implica variabilidad y heterogeneidad.” ((Weinreich, Labov y Herzog)
La lengua cambia por transiciones continuas de las gramáticas de la comunidad de habla, y supone una reestructuración constante y regular de las mismas por las sucesivas generaciones de hablantes. Contra un supuesto autónomo del cambio lingüístico por niveles, o por abandono de giros clásicos y aparición de giros nuevos, debemos asumir en la actualidad una teoría gramatical del cambio lingüístico que no es ni uniforme ni instantánea, sino que está ligada a una noción de diasistema en que los hablantes manejan una variación, incluso que no usan, pero la comprenden y la decodifican al tipo de hablante que lo usa. Si todo cambio lingüístico implica variación lingüística (aunque toda variación no implique cambio), los modelos homogéneos de cambio lingüístico (neogramático, estructuralista y generativo) son irreales y poco adecuados. Las reglas fonológicas de la lingüística histórico-comparativa son grandes simplificaciones de la historia social y cultural de los pueblos específicos y de sus lenguas particulares. Por tal motivo, dichas reglas y el cambio lingüístico mecánico son, en sí mismos, insuficientes y ajenos a la hora de plantearnos la marcación social y contextual del cambio lingüístico (estable y en curso), dentro de la “heterogeneidad ordenada y dinámica” de la lengua y de la variabilidad como parte de la competencia comunicativa de los diversos grupos generacionales que conviven en la comunidad de habla. Se abren entonces nuevas posibilidades al conocimiento de la dinámica social y contextual de los procesos históricos del cambio lingüístico. Variabilidad y regularidad se complementan necesariamente y constituyen la clave para una correcta comprensión y explicación general e histórica del cambio lingüístico, que responde a la propia dinámica natural de evolución histórica de la comunicación humana. Frente a una diacronía parcial de los diversos niveles lingüísticos de las lenguas, debemos asumir en nuestros días una historia social de las competencias comunicativas de las sucesivas generaciones de hablantes, dentro de las diversas comunidades de habla, ya que la noción de estructura y homogeneidad de la lengua es una mera ilusión, ya que para que lingüística incluye la ordenada diferenciación de hablantes y estilos mediante reglas que regulen la variación en la comunidad e lengua: el dominio nativo de la lengua incluye el control de estructuras heterogéneas.
2. ¿Por qué se podría decir que en la Argentina hay un sistema de tres pronombres de tratamiento de segunda persona?
La Argentina es un país voseante, con voseo general en el pronombre sujeto y muchas vacilaciones en las desinencias verbales. Registra además las formas “te”, “ti” y “contigo” en niveles formales cultos. Es decir que se mezclan las formas de voseo (en sujeto y término de preposición) con otras de tuteo (objetos y reflexivos). En lo que se refiere a las desinencias verbales, el panorama argentino es bastante complejo: el imperativo prefiere la forma aguda (cantá, tené, partí), pero hay mucha variación en el indicativo y en el subjuntivo, modos en los que se usa tanto la forma aguda como la grave (cantes/cantés, tengas/tengás, salgas/salgás).
En los estudios del fenómeno del voseo, existe un amplio repertorio de posibilidades que influyen en la selección de la voz voseante o tuteante por parte de los hablantes. La posible eficacia del rasgo fonético, el factor léxico-morfológico, la modalidad secundaria asociada a actos corteses y la presión social son sólo algunos de ellos y tienen importantes consecuencias de orden lingüístico, pragmático y sociolingüístico.
En el caso de la alternancia de las formas pronominales requeridas por los diferentes contextos de uso (“tú”, “vos”, “usted”), ésta exige muchos contextos de actualización y de uso que, incluso para un hablante argentino, reflejan diferencias de tratamiento tan sutiles que a menudo resultan difíciles de explicitar. El uso coherente a lo largo de una misma interacción de los pronombres de segunda persona y el de una morfología verbal adecuada a las elecciones pronominales realizadas suele exigir una larga práctica y un ejercicio metalingüístico sistemático.
Según Beatriz Fontanella de Weinberg, el sistema empleado en forma generalizada en el territorio Argentino, es el pronominal IV, y se trata de un sistema con dos formas únicas para el singular que se oponen por formalidad, vos y usted. La primera como trato de confianza e informalidad, está totalmente generalizada y no existe ningún tipo de alternancia o contraste con tú, que resulta una forma ajena a la comunidad. La segunda indica trato de respeto, con alto grado de formalidad, marcando cierta distancia y asimetría. Esta generalización total de vos, para el trato de confianza, tanto en la lengua oral como en la escrita, se produjo en el habla bonaerense recién en la segunda mitad del siglo XX, ya que hasta mediados de nuestro siglo aún se empleaba tú en la lengua escrita y en usos orales muy formales. El cambio ocurrido en la lengua escrita fue señalado con claridad a mediados de 1960 por Berta Vidal de Battini quien citaba: “la costumbre, que ha sido general en el país, de usar el tú en el
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