ANALISIS DE LA OBRA EL VUELO DE LOS CONDORES
Enviado por mahuma • 12 de Enero de 2014 • 5.414 Palabras (22 Páginas) • 1.088 Visitas
ANALISIS DEL CUERPO LITERARIO
I. ESTRUCTURA EXTERNA
BIOGRAFIA DEL AUTOR
Abraham Valdelomar
Escritor peruano. Nació en la ciudad de Ica el 27 de abril de 1888 y murió en Ayacucho el 3 de noviembre de 1919. Abraham Valdelomar fue hijo de Anfiloquio Valdelomar Fajardo y de Carolina Pinto. Siguió sus estudios primarios en la ciudad de Pisco y en la Escuela Municipal Nº 3 de Chincha, y los secundarios en el Colegio Nacional de Nuestra Señora de Guadalupe de Lima (1900-04), donde fundó la revista La Idea Guadalupana (1903) al lado de su compañero Manuel A. Bedoya.
En 1905 Valdelomar se matriculó en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, pero dejó las clases al año siguiente para emplearse como dibujante en las revistas Aplausos y silbidos, Monos y Monadas, Actualidades, Cinema y Gil Blas, donde también trabajó como director artístico.
En 1909 publicó sus primeros versos de estilo modernista en la revista Contemporáneos y al año siguiente decidió reanudar sus estudios, aunque la universidad nunca le interesó mucho, y en 1913 terminó por abandonarla definitivamente.
En 1910, a raíz de un conflicto con Ecuador, Abraham Valdelomar sentó plaza de soldado como integrante del "Batallón Universitario", formado por estudiantes de San Marcos, y durante el acuartelamiento escribió una serie de crónicas bajo el título "Con la argelina al viento" que fueron publicadas en El Diario y La Opinión Nacional de Lima entre abril y junio de 1910, y que le valieron un premio por parte del Municipio de Lima; posteriormente viajó con una delegación universitaria al sur del país, visitando Arequipa, Cuzco y Puno.
El mismo año de 1910 aparecieron publicados los primeros cuentos de Valdelomar en las revistas Variedades e Ilustración Peruana, y al año siguiente aparecieron por entregas en las mismas revistas sus novelas cortas La ciudad de los tísicos y La ciudad muerta -donde hizo manifiesta la influencia recibida por parte del escritor italiano Gabriele D´Annunzio-, iniciando también su colaboración con el diario La Prensa de la capital peruana. En 1912 participó en la campaña presidencial de Guillermo Billinghurst, siendo elegido presidente del Centro Universitario billinghurista, y, luego del triunfo de su candidato, llegó a ser nombrado administrador de la Imprenta del Estado y director del diario oficial El Peruano (X-1912 a V-1913).
Valdelomar renunció a ambos cargos luego de ser nombrado Segundo Secretario de la Legación del Perú en Italia (12-V-1913), embarcándose con destino a Europa el 30 de mayo. Después de pasar por Panamá, Cuba y Nueva York, llegó a Roma (7-VIII-1913), asumiendo inmediatamente sus funciones. Su estancia en esta ciudad la aprovechó para escribir una serie de artículos que bajo el nombre de "Crónicas de Roma" publicó en los diarios limeños La Nación (XI-1913 a I-1914) y La Opinión Nacional (V-1914 a VII-1914), pero definitivamente lo más importante de su estancia en Italia fue su participación en el concurso literario organizado por La Nación con el cuento "El Caballero Carmelo", que resultó ganador del primer premio (3-I-1914). Luego de enterarse del derrocamiento del presidente Billinghurst, renunció a su cargo diplomático (6-II-1914) y regresó a Lima.
De nuevo en la capital peruana, y luego de una fugaz detención por conspirar contra el nuevo gobierno (VI-1914), Valdelomar comenzó a trabajar como secretario personal del polígrafo peruano José de la Riva-Agüero (1914-15). Bajo la influencia de Riva-Agüero escribió su primer libro titulado La Mariscala (Lima, 1914), biografía novelada de Francisca Zubiaga (1803-35), esposa del presidente Agustín Gamarra y figura importante de la política peruana durante algunos años. Para entonces Valdelomar ya era un colaborador frecuente de numerosas publicaciones limeñas como los diarios El Comercio y La Crónica, y las revistas Balnearios, Mundo Limeño y Variedades, en las que publicaba sus poemas, cuentos y artículos.
Sin embargo, su labor como periodista estuvo ligada al diario La Prensa, donde tuvo a cargo la sección "Palabras" desde julio de 1915 hasta su alejamiento del diario en 1918. También publicó en La Prensa sus "Crónicas frágiles", donde hizo conocido su seudónimo de El Conde de Lemos; y los "Diálogos máximos", a manera de conversaciones entre dos personajes, Manlio y Aristipo, a través de los cuales descubrimos las personalidades de Valdelomar y del escritor José Carlos Mariátegui.
Abraham Valdelomar también publicó en el mismo diario sus crónicas tituladas "Impresiones"; la columna "Fuegos fatuos", donde desplegó todo su humorismo e ironía; y finalmente sus comentarios sobre la guerra mundial, aparecidos en 1917 bajo el rótulo de "Al margen del cable". En 1917 ganó el concurso organizado por el Círculo de Periodistas del Perú con su artículo "Ensayo sobre la sicología del gallinazo".
Valdelomar, quien a su regreso de Europa se había convertido en el líder de un grupo de jóvenes escritores, decidió fundar su propia revista literaria, donde pudiera exponer los trabajos que estuvieran acordes con los gustos literarios de la nueva generación que representaba. Así, el 15 de enero de 1916 apareció el primer número de Colónida, revista dirigida por Valdelomar que a pesar de su corta duración -sólo publicó cuatro números, el último de mayo de 1916- tuvo una gran repercusión en el ambiente cultural peruano, al punto que comenzó a hablarse de un "movimiento Colónida".
Sin embargo, la importancia de esta revista no puede ser magnificada. Se ha sostenido que la revista pretendía ser una bandera de revolución estética y un intento de dar a conocer a los nuevos escritores provincianos, pero es indudable que sus resultados no fueron siempre los deseables. A pesar de todo, habría que reconocerle el mérito de rescatar del olvido la figura de José María Eguren (1874-42), el primer escritor peruano que merece con justicia el calificativo de poeta.
El mismo año se publicó el libro Las Voces Múltiples (Lima, 1916), que reunía poesías de ocho escritores vinculados a Colónida, entre ellos Valdelomar. El libro recoge los poemas "El hermano ausente en la cena de Pascua ..." y "Tristitia", considerados los mejores de su producción poética, donde se describe el ambiente familiar y la sensación de ausencia y soledad que embarga al poeta.
Posteriormente publicó los que serían sus últimos libros: Belmonte, el trágico, Ensayo de una estética futura a través del arte nuevo (Lima 1918), sobre la filosofía estética del toreo en Juan Belmonte -tema sobre el que confiesa no encontrarse versado-, y su exitoso primer volumen de cuentos bajo
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