AYUDEMOS PARA QUE HAYA PAZ

Ayudemos para que haya paz en el mar

Una mañana nublada una linda tortuga llamada Carmela se sentía muy triste y sola, no tenía a nadie que la acompañara.

Ella pensaba porqué el hombre nos esta atacando, si nosotros no les hacemos nada, solo queremos estar en el inmenso mar y en paz.

Al pasar los días se encontró a una pequeña foca llamada Lili que estaba un poco lastimada de una de sus aletas pues pudo huir de quien trato de atraparla. Carmela curo a la foca pues se habían hecho buenas amigas.

Una noche salieron a la playa y vieron como unas personas ponían trampas para tortugas y focas. Ellas se asustaron mucho y se apuraron a escapar del lugar.

Estando ya a salvo platicaron de que hacer para que no hicieran esas trampas pues nosotros queremos vivir felices con nuestra familias.

Al pasar los días volvieron a la playa, cuando a lo lejos vieron a un niño que ponía a salvo a las tortugas atrapadas y además liberando a otras que acababan de nacer.

Carmen y Lili se acercaron a él y le preguntaron su nombre y él le contesto:

- Me llamó Rodrigo, y lo felicitaban por lo que hacia.

Ellas le platicaron que no tenían familia pues las habían atrapado y estaban solitas. Rodrigo le dio mucho coraje de pensar lo que hacían estos hombres con los animalitos y se quedo triste de que nos harían a los niños.

El platicó con sus abuelitos para que le ayudaran con el gran problema que había con los animales del mar.

Los abuelitos le dijeron:- investiguen con las personas de pesca ellos son los encargados de buscar a esas malas personas.

Rodrigo hablo con el encargado de lo que había visto y de lo que le habían platicado Carmen y Lili, el encargado le dijo: -¡pondré vigilancia! Para que esas personas ya no les hagan daño a estos animales inofensivos que quieren vivir en paz.

Todos quedaron muy contentos por que ya no podían vivir felices y tener sus familias. Carmen, Lili y Rodrigo se unieron con otras personas para salvar este proyecto a través de la paz para todos.

Las personas del pueblo entendieron la situación y se organizaron para cuidar los nidos de estos animales que ya salían sin miedo, ayudando con esto a que estos seres vivieran sin temor y no se extinguieran de nuestro planeta.

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