Actividades Para La Lectura

Actividades y acciones lúdicas para trabajar la lecto-escritura

En el salón de clases o fuera de él.

PROPÓSITO:

Que los docentes, tutores, prefectos o padres de familia conozcan y pongan en práctica las diferentes propuestas de lecto-escritura incluidas en el presente documento para apoyar la comprensión lectora y la redacción de textos escritos en horas extra clase.

INTRODUCCIÓN:

La lectura y la escritura son las dos caras de un solo proceso; por lo consiguiente, es necesario que toda actividad referente a leer tenga como producto final la escritura de un texto. De la misma manera después de un ejercicio de escritura es necesario darle lectura al texto para compartir, opinar, reflexionar y hasta corregirlo.

Todos los maestros en cada una de las asignaturas tienen la posibilidad de leer para y con sus alumnos y de generar escritos propios de la materia que enseñan.

Los prefectos, tutores o padres de familia también pueden apoyar la actividad lectora y de escritura con sencillas acciones en donde pueden echar mano de la creatividad de los estudiantes.

ACTIVIDADES ANTES DE LA LECTURA:

• Diagnóstico: Preguntar a los alumnos que han leído, cuándo y dónde lo hacen. Qué les gusta leer. Qué material de lectura tienen en casa. Que libros de la biblioteca han leído. Qué libro recomendarían y por qué.

De esta manera se puede conocer acerca de sus preferencias y gustos o de la periodicidad con la que leen para tener referentes precisos y diseñar un plan de acción.

En casa, los padres podrían referir historias a sus hijos sobre cómo aprendieron a leer y otras experiencias lectoras.

• Visita a la biblioteca: Una excursión a la biblioteca de la escuela, la biblioteca pública o la librería es un buen motivo para generar el gusto por la lectura y para descubrir libros nuevos, títulos fascinantes, obras diferentes a las que se leen en casa o en el salón.

• Acopio de materiales: Solicitarles a los alumnos que lleven libros, revistas, comics para compartir o intercambiar con sus compañeros. El maestro también puede llevar libros interesantes para prestarlos a los alumnos o leerles diariamente algún fragmento.

DURANTE LA LECTURA:

• Modelo lector: Es necesario que el docente, prefecto o padre de familia lea para los estudiantes; de esta manera los adolescentes sabrán cuando hacer una pausa, cuando detenerse, como pronunciar una palabra difícil o la entonación de las frases. En el salón de clases también pueden ser modelos lectores los alumnos más aventajados.

• Lectura y preguntas. Una estrategia lectora que ayuda a la comprensión de un texto es leer y hacerse preguntas sobre el mismo. Para esto el maestro tiene que enseñar la estrategia haciéndose las preguntas y contestando o dejar que los alumnos lo hagan en voz alta, a manera de lluvia de ideas.

• Inferencia, predicción y anticipación. Estas estrategias las puede enseñar el docente, el padre de familia o el prefecto haciendo preguntas tales como: ¿Qué nos dice el título? ¿De qué tratará el libro? ¿Qué sucederá al final? ¿Qué no se dice en el libro pero nosotros lo inferimos?, ¡Quién

...