Akasha

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ING.COMERCIAL  

CUENTO

GRUPO

Desarrollo de productos y marca

Docente: Ing. Mgr. Luz Mabel Escalera Delgado

Balcazar Almendras Adriana

Canaza Quispe Rodrigo

Chuve Barboza Jorge Manuel

Limachi Nina David Moises

Cochabamba - Bolivia

2019

Akasha

Esta historia ronda entre el misterio que representan estos colosos que alguna vez salieron de su hábitat para dominar su entorno y que ahora por uno u otro motivo están en más peligro que nunca. Animales majestuosos y ancestrales, cuya figura nos recuerda a la sabiduría que estos encierran.

En cierta ocasión nació una elefanta a la cual se le llamo Akasha, rodeada de todo lo que se podría pedir; teniendo una madre amorosa; rodeada de una naturaleza hermosa y con el afecto de toda su comunidad que la querían y la cuidaban como si ella fuese una parte fundamental de su familia. Y así el tiempo, fue haciendo lo que mejor sabe hacer y los días y los años fueron transcurriendo uno tras otro, dejando cada uno nuevas enseñanzas que a veces se aprendían y otras no; estas últimas necesitaban elementos adicionales para quedarse en la vida como parte de si, ahora llamémosles: experiencia y amor.

Cierto día en que Akasha se encontraba divagando entre pensamiento y pensamiento, llego a la conclusión de que esa vida en manada no era lo que le satisfacía; que quería vivir por su lado alejada de todo lo que se consideraba la convivencia, ya que siempre había creído que la soledad era parte de su naturaleza, no disfrutaba como los demás de la compañía de sus iguales. Fue entonces que decidió seguir su camino sola por los senderos inescrutables de la vida.

Con el transcurso de los días descubrió el peligro de esta nueva vida, muy pronto se dio cuenta de que el hambre de los leones era aun mayor estando ella sin la protección de su manada; que si bien los hipopótamos parecían inofensivos, estando en el agua eran animales realmente aterradores y furiosos, capaces de hacer mucho daño; descubrió también que un animal tan insignificante como el zorro era un verdadero peligro en manada aun para ser tan grande como ella; pero de todos estos sin duda el que más le atemorizaba era el hombre con un hueco insaciable en su corazón, de quien solo había oído hablar.

Pero quizá el monstruo más peligroso era la soledad que habitaba en ella, que día a día le atormentaba y consumía  un poco más. Fue entonces que un día buscando alimento, diviso a lo lejos a una leona que la miraba inquieta, esta mirada la lleno de terror, más aun al descubrir que no era la única que la miraba de esta forma, como salidas de la nada aparecieron tres más con la misma intención en sus miradas. No sirvió de mucho para Akasha agitarse; hacer ademanes con su trompa; mover sus orejas o barritar a todo lo que le dieran sus fuerzas. Las leonas se fueron acercando lenta pero inexorablemente, con sus miradas llenas de muerte y de deseo.

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