Altazor

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Ensayo “Altazor” por Vicente Huidobro

Para mi una de las lecturas más interesantes que he leído a lo largo de mi vida, pues bien, resulta un tanto difícil encontrar la trama que nos plantea y casi imposible no perder el hilo que se encuentra enredado entre tanta poesía y adorno al lenguaje escrito que el autor muestra llegando incluso a marearme a mi como lector, sin embargo fue una experiencia agradable y que tal vez repita por placer en el futuro, pues la lectura está planeada de un amanera tal, que ciertos fragmentos pueden ser leídos de manera independiente, desglosados e interpretados des sobremanera, con una profundidad característica de la poesía, como si se tratase de un rompecabezas cuyas piezas son cada una en sí mismas un Etna hecho, un resplandor de emociones reales, las cuales se descubren tanto unidas como por separado, pese a las predicciones resulta un poco más complicado hacerlo de manera conjunta, pues conlleva de manera casi instintiva buscar una historia, una narrativa como a la que estamos acostumbrados o al menos yo me he acostumbrado a éste tipo de textos, con una extensión de mas de cien páginas, en cambio al extraer fragmentos de manera aleatoria (no siempre sucede), podemos desembocar casi la misma variedad de significados, dependiendo de la subjetividad a la que esta sujeta la poesía, por ello principalmente em ha gustado la lectura y disfruté leerla de esa manera, pero no todo fue así de satisfactorio.

Si algo me llegó a desgradar del texto es el uso desmedido de metáforas, que, aunque enriquecen su desglose, no fomentan su lectura completa, pues como ya había mencionado antes, resulta un poco tedioso realizarlo de esta manera y mágico saborearlo paso por paso, pese a eso aplaudo el hecho de que el lenguaje empleado sea entendible para un público muy extenso, porque, aunque en ocasiones usa palabras poco comunes, la mayoría del lenguaje, no se encuentra en desuso actualmente.

Por lo que llegué a entender del texto en general, comienza haciendo mención de un suceso, o más bien un algo, describe y admira con palabras al grandeza de dicha mención y poco después como lector pude intuir que se trataba de un astro del espacio exterior el cual estaba punto de chocar contra la Tierra, viendo éste evento en algún lugar del mar, pues nos dice que a su llegada cegara la luz de aquellos que lo miran y menciona además cómo es que su único lenguaje es el sonido melodioso de la música que desprende de tras su pasar y como pese a que se intuye como un objeto inerte nos cuenta su anhelo por la eternidad, ese deseo de poder palpar la eternidad, desvariado muchísimo en el camino para contarnos esto, llegando a hablar acerca de las ciudades futuristas, del destino que depara al ser humano al verse inmerso entre tanta fábrica, pero sobre todo abordando mucho el tema de la religiosidad, principalmente el del creacionismo, la ira con la que reclama y blasfema a Dios sobre la contemplación universal. Un factor que me pareció bastante curioso y digno de ser mencionado en este ensayo es como en un momento llega a romper la tercera pared y le reclama a Huidobro desde su propio texto y de las referencias encontradas en me imagino yo una gran cantidad de ocasiones de las cuales pude identificar por ejemplo la mención de Robinson y la isla. Esta clase de detalles pueden hacer que la lectura resulte discriminativa para aquellos que desconocemos de la totalidad de dichas referencias, pero bueno, ya no es cuestión del autor, sino de la falta de simetría o compatibilidad con la cultura del lector.

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