Analisis De Jonás
Enviado por Camilajulian • 25 de Junio de 2012 • 2.579 Palabras (11 Páginas) • 830 Visitas
Profecía: don sobrenatural que permite conocer cosas distantes o futuras por inspiración de Dios. Se diferencia de las predicciones ya que éstas siguen un proceso lógico, mientras que las profecías no están vinculadas a un razonamiento sino a una inspiración divina.
Jonás(“paloma de la paz”/”sencillo como una paloma”)
Jonás había recibido de parte de Jehová la comisión de anunciar el juicio de Dios a la pagana, impía y hostil ciudad. Pero Jonás, en lo más íntimo de su ser, no estaba de acuerdo con el deseo de Dios de predicarle a estas despreciables naciones antes que a Israel. Por este motivo él optó por huir a Tarsis. No obstante, Dios trataría con él muy pronto enviándole una tormenta de tal magnitud que la embarcación en la cual viajaba no tardaría en hundirse. Dios continuó tratando con Jonás haciendo que los marineros lo arrojaran al mar. Finalmente, Dios mismo preparó un enorme pez en cuyo vientre Jonás pasaría tres días y tres noches, para luego ser vomitado en tierra por mandato de Dios.
Después de que le hubo sucedido todo esto, Jonás finalmente estuvo preparado para cumplir con el mandato de Dios de llevar el mensaje a Nínive: “De aquí a cuarenta días Nínive será destruida” (3:4). Pero después de que el pueblo de Nínive se arrepintiera al escuchar las palabras que Jonás traía de parte de Dios, y luego de que Dios anulara el juicio que pesaba sobre aquella ciudad, vemos otra vez a Jonás comportándose como un orgulloso judío, muy disgustado porque la gracia de Dios había obrado a favor de los paganos. Jonás todavía necesitaba aprender que él mismo debía estar agradecido por las abundantes pruebas de bondad que Dios había tenido para con él satisfaciendo todas sus necesidades, y debía aprender también que ni siquiera había sido capaz de comprender el deseo que Dios tenía de mostrar misericordia a favor de las almas de aquel pueblo incrédulo.
Los milagros de Dios:
El libro de Jonás es un libro de milagros. Aun cuando estos puedan parecer el fruto de simples coincidencias, la mano de Dios está detrás de todos ellos.
• Jehová desató una tempestad en el mar (1:4).
• Jehová hizo que la suerte cayera sobre Jonás (1:7).
• Jehová preparó un gran pez (1:17).
• Jehová ordenó que el pez vomitara a Jonás en tierra firme (2:10).
• Jehová preparó una calabacera (4:6).
• Dios preparó un gusano para que hiriese la calabacera y se secara (4:7).
• Dios preparó un recio viento solano (4:8).
La profecía más significativa en la Biblia referente a la resurrección de Jesús es conocida como “la profecía de Jonás”. Es una profecía simbólica representada por los tres días y tres noches que Jonás pasó en el vientre de un gran pez (Jonás 1:17).
Jesús explicó el simbolismo profético de este acontecimiento único en una ocasión cuando reprendió a los fariseos por buscar una “señal” de El. Por “señal”, ellos se referían a un milagro que validara la afirmación de Jesús de ser el Mesías.
El Significado de la Profecía
Jesús tomó su palabra y jugó con ella al decirles que la única “señal” que les sería dada sería “la señal de Jonás”. Jesús luego procedió a explicar acerca de lo que estaba hablando: “…Porque como estuvo Jonás en el vientre del gran pez tres días y tres noches, así estará el Hijo del Hombre en el corazón de la tierra tres días y tres noches” (Mt. 12:38-40).
Jesús profetiza clara y distintivamente aquí, usando el ejemplo de Jonás, que El pasaría tres días y tres noches en la tumba antes de que ocurriera Su resurrección.
Esta profecía, al igual que todas las profecías Mesiánicas, tenía que cumplirse en la vida de Jesús si verdaderamente El era el Mesías de Dios. Jesús mismo enfatizó este punto después de Su resurrección cuando le dijo a Sus discípulos: “…Era necesario que se cumpliese todo lo que está escrito de Mí en la ley de Moisés, en los profetas y en los salmos”
ANÁLISIS
«El Señor dirigió la palabra a Jonás, hijo de Amitay» Es el mismo Señor que se dirigió, de manera semejante, a Isaías, Jeremías... para encomendarles un mensaje. El lector que abre este libro se siente muy pronto en ambiente y sabe qué tiene ante los ojos. (Pero, al seguir leyendo, puede enseguida experimentar un sentimiento de extrañeza, porque no se trata aquí de un oráculo, sino de un relato, forma atípica en la profecía. Y la extrañeza llegará a inesperado escándalo al leer que este hombre es un profeta rebelde que hace lo contrario de lo que se le manda.)
«Levántate y vete a Nínive, la gran metrópoli, y proclama en ella que su maldad ha llegado hasta mí»
Es extraño el mandato, porque lo profético seria mandarle al reino del norte, presentarse al rey o a los príncipes y anunciar,; pero si se le manda a la pagana Nínive debería ser como un mensajero de un oráculo de condena por su maldad
«Jonás se levantó, pero, en vez de ir, huyó; y en lugar de ir a Nínive, se dirigió en dirección a Tarsis, al contrario de lo que se le había mandado. » Se muestra a Jonás como un antiprofeta. La huída se ve además en dos textos: uno en el cap p de Amós (se habla e un conato de huida hasta el extremo oriente, resultando imposible la huida del Señor) y otro es la fuga de Elías (huyendo de Jezabel) Digamos como que el autor del libro de Jonás tiene en cuenta la fuga de Elías: la fuga de este termina con el encuentro con Dios sobre el monte Horeb. ¿Terminará la fuga de Jonás también en un encuentro con Dios? ¿Puede huir verdaderamente de la presencia del Señor?
Jonás inicia una primera bajada a la costa. Desde el muelle del puerto no «sube», sino que «baja» al barco; y más tarde bajará al fondo de las bodegas, y posteriormente, dentro del vientre del pez, al océano, hasta rozar las puertas del abismo y de la muerte. Sólo la intervención de Dios evitará que esa bajada sea definitiva.
«Se levantó Jonás para huir a Tarsis, lejos del Señor; bajó a Jafa y encontró un barco que zarpaba para Tarsis; pagó el precio y embarcó para navegar con ellos a Tarsis, lejos del Señor»
Dios da comienzo a la persecución de Jonás
«Pero el Señor envió un viento impetuoso sobre el mar, se alzó una furiosa tormenta en el mar, y la nave estaba a punto de naufragar»
Al principio parece un castigo pero en realidad Dios trata de cortar con la retirada del profeta fugitivo, no permitiéndole alejarse. Si comparamos: un israelita entiende que una tormenta es acción y presencia de Dios, Jonás también podría interpretar la tormenta como una teofanía (manifestación local de un dios
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