Análisis De don Quijote a Alonso Quijano el vencedor
Enviado por chriziafeliciano • 3 de Noviembre de 2015 • Ensayo • 665 Palabras (3 Páginas) • 278 Visitas
De don Quijote a Alonso Quijano el vencedor
En la Edad de Hierro hubo excelentes textos literarios y brillantes autores. Entre todos los destacados, el Don Qujiote de la Mancha, por Miguel de Cervantes, fue el texto por excelencia que marcó la época. Las intenciones de Cervantes eran, a través de su personaje principal, volver a el Siglo de Oro pero, inconscientemente, por sus avanzadas técnicas de escritura, dio comienzo a la época del Romanticismo. Dicha novela es una muy compleja que exige un alto nivel de análisis. Entre todos sus acontecimientos, Don Quijote pasa por unos procesos de autopurificación y transmutación para finalmente verse héroe de sí mismo.
Al comenzar la novela, Don Quijote es un simple hombre de la sátira quién se convierte en caballero andante tras sus insuperables anhelos y amor por la caballería. A través de su transcurso, Cervantes lleva al lector a entender más de cerca de tan a intrincado personaje. Se hace claro lo que el pueblo llamaba como su locura. Este razonaba de una manera distinta y veía un mundo cual nadie entendía, por eso, se reían y le decían loco. Los capítulos XXII y XXIII, cuales gravitan en los sucesos de la Cueva de Montesinos, explican la aventura suprema que pasa en el espíritu, completamente fuera del tiempo y espacio. Aunque en la Tierra, Don Quijote crea una mística caballeresca, llegando a su estado de éxtasis perfecto. A través de un proceso de autoconocimiento, el personaje comienza a dudar de sus aventuras, separándolas de la realidad. Ahí, en lo más profundo de su subconsciente, reside su Cielo: el imposible ideal del caballero andante. Don Quijote ha purificado sus intenciones, elevándose más allá de su propósito paródico. Da en cuenta que sus razonamientos no eran de una persona ordinaria, y aunque no estaban erróneos, concluye que el corazón tiene razones que la razón no comprende. Dicho proceso se resume en una autopurifiación, cual lleva a nuestro hidalgo a irse lentamente liberándose de Don Quijote y transmutándose hasta encontrar y entender su verdadera identidad, la de Alonso Quijano.
Finalmente, en el capítulo LXXIV, Cervantes plantea al lector sobre la aventura terminal, en la cual don Quijote se prepara a través de todo su transcurso. Como mencionado anteriormente, el acto de autopurificación condujo a nuestro hidalgo hacia una transmutación; “Dadme albricias, buenos señores, de que ya no soy don Quijote de la Mancha, sino Alonso Quijano, a quien mis costumbres me dieron renombre de “bueno”. Ya soy enemigo de Amadís de Gaula y de toda la infinita caterva de su linaje; ya conozco mi necesidad y el peligro en que me pusieron haberlas leído; ya por misericordia de Dios escarmentando en cabeza propia las abomino.” (Cervantes, 634). Aquí se hace claro que don Quijote, ahora Alonso Quijano, ha dejado por siempre los vínculos viciosos a la caballería y que por fin razona como una persona cuerda. Tan marcada e importante transmutación es lo que lleva al heroísmo de nuestro protagonista a estribar en ser “vencedor de sí mismo y no de los demás”. El personaje se encuentra en un estado de completa armonía interior, tanto así, que esta listo para morirse. Quijano demostró una total irrelevancia al factor que las personas a su alrededor no entendieran sus razones y todavía pensaran que le predominaba la locura. Por tal razón podemos afirmar que el querido hidalgo, Alonso Quijano el Bueno, dejó el mundo en la faz terrenal para estar en una paz absoluta en un lugar mejor.
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