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Análisis: La Enseñanza Del Idioma Español - Vicente Carrión Fos


Enviado por   •  6 de Septiembre de 2012  •  1.262 Palabras (6 Páginas)  •  1.349 Visitas

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LA ENSEÑANZA DEL IDIOMA ESPAÑOL

Vicente Carrión Fos

El autor nos dice que educar es usar lo que se enseña para transformar al individuo en un ser mejor, por lo que se entiende que durante el proceso de enseñanza y aprendizaje, el alumno crea su personalidad y la desarrolla, lo que hace que éste suceso sea favorable, pues tiene la libertad de mejorarla y fortalecerla. Cuando la situación no se está llevando como debiera, y que sólo es relevante la obtención de información por la mera transmisión de conocimiento, el resultado de la personalidad es muy deficiente.

La educación es el mejor camino que podemos seguir para mantener y reforzar los valores humanos que tenemos, y rescatar aquellos que se han deteriorado. Educando, se puede defender a nuestra lengua de la ignorancia y de la invasión tecnológica extranjera, con la educación podemos luchar contra el desinterés. Si bien el español se encuentra entre las materias que menos agrada a los estudiantes por ser aburrida, es posible que cambiando la forma en que se “aprende la lengua”, podamos interesar a los alumnos.

Una de las razones para el rechazo que sufre esta materia, es la enseñanza de la gramática como medio principal para aprender español, tratando a la gramática y el lenguaje como una misma cosa, cuando en realidad, no lo son. Hay que aclarar que la gramática es mucho más compleja, mientras que el lenguaje es una habilidad que se va adquiriendo con la práctica diaria, y no un conocimiento intelectual. De ser así, muchas personas no podrían hablar, ni comunicarse. Como mencioné en unas líneas anteriores, la lengua se adquiere mediante el uso constante, es posible que distingamos el origen de una persona por su habla, sus modismos, localismos, su tono y su acento, que van intrínsecamente unidas a sus costumbres.

A partir del señalamiento anterior, podemos notar que –sobre cualquiera otra manera- todo se trata de aprender de manera directa y práctica, por medio de experiencias que marcan a los individuos y que, por supuesto, les deja enseñanzas, tal y como se adquieren todas las habilidades: con la misma constancia. Pasa lo mismo con la escritura, una persona se perfecciona con la práctica, mientras más escribe, más “pulirá” esta habilidad y su forma de expresarse será, por mucho, superior que la de alguien que no le dedica tiempo a escribir unas cuantas líneas. Es por eso que los maestros llegan a aprender lo que los alumnos no. El maestro usa constantemente el español en su clase, puesto que participa más que cualquier alumno. Mientras nosotros no motivemos a nuestros estudiantes a leer, escribir, hablar, meditar y expresar sus pensamientos por medio del español, el lenguaje que ellos utilizarán será aquel que hablan en sus casas y en la calle, porque es el único que conocen.

No lograremos nada con sólo desear que los alumnos fueran partícipes de las clases, no mientras la clase de literatura sea considerada como el contenedor de datos sin interés e inútiles que no servirán más que para acreditar la materia. Tenemos que lograr que los estudiantes sientan las lecturas, que las vivan, que no memoricen nombres de autores y años de las publicaciones de los textos por temor a que sean las preguntas del examen.

Tampoco podemos dejar de lado la gramática y sepultarla como si no tuviera importancia alguna, porque la tiene. El papel de la gramática radica en el perfeccionamiento de la lengua escrita, su finalidad es comprender el lenguaje intelectualmente y refinarlo.

La enseñanza del idioma español es el método natural, aquél que se aprende por imitación y uso frecuente. Comencemos con no atarear a los jóvenes, dejemos que ellos vayan tomando el paso. El alumno tiene modelos a quienes imitar: los maestros, cuando ve la oportunidad de participar en clase usando la

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