Análisis Literario de: “Una rosa para Emily” de William Faulkner

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Análisis Literario de: “Una rosa para Emily” de William Faulkner

De Sabrina Ceccherelli

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Análisis Literario de: “Una rosa para Emily” de William Faulkner

“Una rosa para Emily” es un relato de William Faulkner, escritor norteamericano (1897- 1962) que fue publicado por primera vez en 1930 en una revista y en 1931 en el libro “Estos trece” del mismo autor. Es un cuento compuesto por cinco partes y su estilo es folletinesco, respondiendo a esta característica la estructura desarrollada en cada una de las partes de la obra.

 La historia de Emily transcurre en un pueblo llamado Jefferson ubicado al sur de los Estados Unidos, dedicado a la actividad agropecuaria algodonera en pleno auge moderno-capitalista. El lugar y tiempo en que ocurren los sucesos del relato es interesante destacarlos porque son importantes para entender la figura de Emily: mezcla de monumento o ídolo, en el marco de un pueblo y sociedad en el gran cambio y despliegue económico, donde las familias tradicionalistas con privilegios especiales fueron quedando atrás frente a la nueva generación. Emily, es la última muestra de ese pasado tradicional, encarnando esta misión en todos sus aspectos: desde la casa, cuyo estilo y grandeza destacaba la decadencia de una época pasada reciente; hasta su actitud hacia el mismo pueblo que fue cambiando, logrando con su indiferencia la exención de impuestos que alguna vez un difunto alcalde le había otorgado.

Faulkner, vivió desde su nacimiento en New Albany, Estados Unidos, en sus relatos suele traslucirse el conocimiento de la geografía y fisonomía de esos lugares sureños, como quien vivió la transición del mundo tradicional al moderno. Su impronta personal se instala entonces, a partir de lo geográfico y del momento histórico de su muerte, post crisis de 1929, para desplazarse al universo ficcional.

La historia comienza con una prolepsis, el funeral de la Señorita Emily, evento que moviliza a todo el pueblo, este comienzo es el final y el punto de partida para indicar la importancia de esta mujer en el pueblo de Jefferson y los misterios que a ella guardaba.

Emily había muerto y con ella se despedía la historia de otra época, un momento histórico que había terminado. Su casa, que se erigía dentro del nuevo panorama agropecuario, mostraba el paso de las décadas, la gran decadencia de quien intenta persistir en un mundo que se ha derrumbado y vuelto a nacer: “…sólo quedaba la casa de la señorita Emily, elevando su terca decadencia coqueta por encima de los carros de algodón y las bombas de gasolina…”. La significación de esta breve secuencia descriptiva de la casa pone de manifiesto el mensaje del narrador sobre lo atemporal y complicado de la notable vecina de Jefferson a través de una isotopía, en términos de Greimas, que combina casa-Emily-coqueta contra decadencia-terca-algodón-gasolina. Respecto de una perspectiva antropocéntrica donde los sucesos corresponden a Emily, se atribuyen a ella o son esperados de ella, la isotopía señalada corresponde al nivel estructural de contenido donde los contenidos isotópicos serían:

- vida y biografía: casa-Emily-coqueta

- muerte y misterio: decadencia-terca-algodón-gasolina.

Podemos encontrar en el relato de la vida de Emily un juego de la estructura narrativa propio del relato de suspenso ya que, como explica Barthes en Introducción al análisis estructural de los relatos: hay inserción de sucesos que provienen de otras secuencias, el relato irradia en varias direcciones a la vez de esferas funcionales diferentes, juega con la estructura, representa al orden en su fragilidad, aparece cuando luego del comienzo fúnebre, se desarrolla el aspecto de la casa en que vivía, luego pasa a la historia de los impuestos y el acuerdo con el alcalde que Emily no registra como difunto, dejando la secuencia abierta al final de este primer capítulo. La segunda parte comienza relatando el episodio del problema del olor, luego se dirige a relatar ciertos aspectos de la familia de la señorita, su relación con su padre y la muerte del padre. El tercer capítulo avanza sobre la relación con Homer Barron y luego da algunos detalles del episodio del veneno. El cuarto capítulo cuenta la última incursión en sociedad de Emily, cuando daba clases de pintura, que se interrumpe con el correr de las nuevas generaciones, hecho que la despide de la vida social del pueblo. Estas series de eventos de la narración se ven atravesadas por los comentarios e impresiones del narrador que es parte de la voz de ese pueblo que vivía los sucesos en la vida de esa mujer desde el cuchicheo.

El suspenso que plantean los indicios como el olor, el cabello, Homer Barron, el veneno… en cada capítulo tienen dos objetivos: uno, es responder al estilo folletinesco, plantear un tema, retomarlo en cada edición y atrapar al lector hasta la próxima entrega, estaríamos hablando entonces del juego entre unidades de la superestructura; y el otro objetivo es responder a un juego general de la macroestructura narrativa que está impregnada de suspenso y construcciones sensoriales de estilo naturalista. El olor, que envuelve la figura de la mujer, su casa y su misterio el color de su cabello:

“…el pelo se le volvía gris. Durante los siguientes años se le puso cada vez más gris, hasta que al dejar de cambiar, alcanzó un gris hierro de mezclilla.” y la evolución de su cuerpo con el pasar de los años “Su esqueleto era pequeño y reducido; quizá por eso lo que en otra persona hubiera sido nada más que gordura, en ella era obesidad.” dan información que llenan de secuencias abiertas al lector, que, en términos de Barthes, atrapan por el ingenio y no por la emoción.

El relato se sirve de numerosos momentos de catálisis que permiten construir las sensaciones de temporalidad, incertidumbre en los hechos y de asco al receptor. En medio de estas descripciones el narrador va plantando esos indicios que luego tomarán vida propia hacia el final del último capítulo. Sin embargo, el veneno, por ejemplo, es un indicio que el lector descubre en complicidad y silencio con el narrador, ya que no reaparece al final de la historia, pero le sirve de pieza para el rompecabezas que está armando con lo que recibe del relato.

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