Análisis y síntesis (cap. 6)
Enviado por Jonathan koyoc • 22 de Abril de 2017 • Apuntes • 592 Palabras (3 Páginas) • 97 Visitas
Análisis y síntesis (cap. 6)
El desarrollo personal en los humanos no es producto de la evolución automática de la especie.
El desarrollo personal del ser humano no depende del su evolución
La nobleza en el ser humano no es de nacimiento; las personas nobles, en el verdadero sentido de la palabra, son el producto de muchos esfuerzos y de una continua disciplina.
La nobleza de una persona no viene desde el nacimiento si no de esfuerzo y disciplina
Cuando un ser humano nace y empieza a vivir, no tiene control alguno sobre sus impulsos
Cuando somos bebes no tenemos control sobre nuestras acciones
En el fondo, no existe una diferencia radical entre el niño, salvaje y el demente.
Los demás aceptan cualquier conducta instintiva o reactiva de los bebes, sencillamente porque son tales.
Las personas en general son comprensibles en los actos de los bebes porque no tienen control de como tales
El campo acuoso está abierto y el universo lleva en su cerebro la posibilidad de salvarse.
Los humanos llamamos la fe o la esperanza de las cosas que no se ven afuera, pero que están adentro de la mente y ejercen desde allí la fuerza y la energía del espíritu.
Los humanos llamamos fe o esperanza a nuestra creencia en algo en particular
Los procesos secundarios de la lógica y de anticipar la consecuencia de sus acciones todavía no se han integrado a experiencias de control y educación
En el ser humano, la evolución y el progreso de la mente no pueden ser automático, como lo son el desarrollo físico y la formación (casi perfecta) de los órganos internos y de las extremidades del cuerpo. El desarrollo de nuestras dimensiones espirituales pide serios esfuerzos de la voluntad.
Toda evolución verdadera se inicia en la voluntad y nadie puede crecer en nuestro lugar.
De acuerdo con la etimología, ser vulgar es ir con la etimología, ser vulgar es ir con la mayoría y no distinguirse (del latín vulgus: pueblo, popular). No se trata de ir contra algún modelo social establecido. Ser el producto evolutivo de una familia, cultura o grupo humano y vivir con lo que recibió sin haberse transformado de modo único.
Como lo apunta Ortega, la única nobleza está ausente de las personas que se dedican a imitar los modelos que pretendieron en su infancia o los modos de ser copiados del mundo exterior, sin adquirir una identidad personal.
Los verdaderos nobles son personas con suficientes fuerza vital para cambiar las situaciones y circunstancias accidentales de su vida.
En algunos aspectos de nuestra historia, es palpitante el desarrollo de la conciencia.
Existen otros que opinan que la mente infantil es una naturaleza herida o mala, desde su nacimiento, por lo que se debe educar al niño con rigor, frenos y exagerada vigilancia, con el fin de contrapesar su maldad mediata.
La mente humana entra en la vida en blanco y virginal; tal vez en el fondo tiende a la unidad, a la verdad, a la belleza y al bien, es decir, busca la perfecta actualización de su ser, como dirían los filosóficos.
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