Aquellas costumbres perdidas, de que cuando sonaba las letras sagradas de nuestro himno nacional, todo aquel que lo escuchaba se detenía un minuto para rendirle respeto a la madre patria, manchada y defendida de sangre valiente y feroz..

‘’Aquella Nicaragua…..’’

Aquellas costumbres perdidas, de que cuando sonaba las letras sagradas de nuestro himno nacional, todo aquel que lo escuchaba se detenía un minuto para rendirle respeto a la madre patria, manchada y defendida de sangre valiente y feroz..

¿En verdad respetamos a la madre patria? ¿En verdad apreciamos a nuestra amada Nicaragua? Nos tomamos el tiempo de botar basura, de no respetar sus símbolos patrios, de ir por ‘’puntos extras’’ a las celebraciones escolares, a los desfiles patrios, casi nadie siente amor propio por Nicaragua, por las batallas que se realizaron, las gestas heroicas que hubieran, la sangre derramada por una Nicaragua libre..

El hecho de ser universitarios, no significa que dejemos de respetar a la madre patria, es cuando debemos de tomar en cuenta a Nicaragua, prepararnos en el ámbito profesional para hacerla crecer económicamente y socialmente, ser valientes para interferir en cualquier dictadura y corrupción, muchachos somos el futuro de nuestra patria, implementos aquel respeto que dábamos cuando estabas en el colegio, no nos quita nada, nos da la satisfacción de demostrar el verdadero amor y vida a nuestra Nicaragua..

Nuestra tierra, envidiada por sus hermosos recursos naturales, cada rinconcito de nuestro país tiene un encanto que la mayoría no lo aprecia y no se preocupa por mantenerla, por cuidarla, por amarla a como se debe, por defenderle el respeto que se merece..

Son pocos los que respetan el uniforme que llevan, somos pocos los que conocemos acerca de las fiestas patrias, somos pocos los que sentimos admiración por nuestros héroes que dieron su vida para hacer una Nicaragua libre e independiente, pero ahora te pregunto ¿En verdad amas a tu patria?, te lo dejo a tu criterio…

Devolvámosle a Nicaragua aquel sentimiento puro, aquel sentimiento especial, aquel gozo de cantar nuestro himno nacional a todo pulmón, no le echemos la culpa al gobierno, si queremos un cambio empecemos por nosotros mismos, porque es nuestro país, es nuestro territorio, es nuestra cultura.

Hagamos que de verdad valga la pena, aquellas personas que con sudor en la frente y sangre en las manos, dieron todo por Nicaragua.. El sentido de las fiestas patrias hoy es más complejo y profundo. Y aunque la globalización pretenda homogenizarnos, asumir un solo patrón universal, lo trascendente y lo relevante para existir en este mundo es nuestra identidad, es la que nos hace diferentes, es la que le da vida propia a nuestra existencia. Las fiestas patrias por tanto no sólo deben estar llenas de toda la ritualidad de los símbolos patrios y sus celebraciones, sino de la coherencia en nuestra actuación como ciudadanos para ser consecuentes con esta comunidad política a la que debemos defender y desarrollar integralmente.

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