Benedicto XVI

Aunque la dimisión del papa Benedicto XVI es “inédita”, no debería sorprender porque desde su elección en 2005 se sabía que su pontificado sería de transición, planteó Bernardo Barranco, especialista en el estudio de las religiones. Asimismo consideró tal decisión como “valiente, lógica” dado el pragmatismo del pontífice, que reconoció que su estado de salud ya no le permitía continuar en el cargo.

En entrevista con Noticias MVS primera emisión, Barranco señaló que además del deterioro en la salud de Benedicto XVI, éste se notaba decaído de ánimo y que incluso se planteaba que caía en “fuertes depresiones”.

Recordó que el propio papa había planteado la posibilidad de su renuncia en caso de que su salud y su energía no le permitieran continuar, como dijo al periodista alemán Peter Seewald en el libro entrevista La Luz del mundo.

A decir de Barranco, el ánimo de Benedicto XVI se mermó debido a la crisis estructural por la que atraviesa la iglesia católica y por las tensiones internas que se viven, provocadas por los casos de filtración de información.

Lucha intensa por sucesión papal

De acuerdo con el especialista, la sucesión papal ocasionará una “lucha muy intensa” entre los grupos en pugna que existen al interior del Vaticano y que se ha agudizado a partir del tema de la pederastia clerical.

Por un lado está el secretario de Estado Tarcisio Bertone, muy cercano al papa y quien ha tenido la habilidad de reconstruir el Colegio Cardenalicio, eligiendo mayoritariamente a cardenales europeos ligados a él.

Por el otro, se encuentra el cardenal decano del Colegio Cardenalicio Angelo Solano, quien pertenece a la “vieja guardia política” del anterior papa, Juan Pablo II, y quien ha criticado al actual pontífice por lo que consideró un manejo inadecuado respecto a los casos de pederastia.

Incluso Benedicto XVI había hecho referencia a la “enorme suciedad” al interior de la Iglesia católica, explicó Barranco, y había planteado que los principales enemigos de la Iglesia estaban dentro de ella.

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