Boaventura De Sousa Santos

Confesión y estructura socia

En esta parte el autor trata de buscar el nexo causal del enriquecimiento de los protestantes con respecto a otros credos religiosos. Señala que justamente son los protestantes quienes tienen un mayor enriquecimiento y posesión del capital, además que son ellos quienes ocupael mayor status de la clase trabajadora. Y es que son justamente los protestantes quienes han logrados esta superioridad con respecto a los demás. El autor señala que dicha superioridad es más que todo una herencia que se ha dado a través de la historia, ya que son ellos quienes en un inicio ostentaban de riqueza y mejor educación. Max Weber señala que es el adiestramiento uno de los factores principales para que exista un mayor número de protestaste en los mejores niveles de trabajadores. Es decir que, al ser los católicos más fáciles de adiestrar, son ellos quienes adquieren la calidad de “oprimidos”, por el contrario que los protestantes tienen ese mayor deseo de superación, justamente por la mejor calidad formativa que han adquirido. Esto se debe a que los católicos han adquirido una educación de carácter humanista que imparten las escuelas que se basan en la formación formal. Señala que a través de la historia, han sido los protestantes quienes han desarrollado un Racionalismo económico, a diferencia de los católicos, quienes solo trabajan para una mera satisfacción de sus necesidades sin ostentar desarrollo mayor alguno. Posteriormente señala que no debería tenerse la concepción, tal vez dogmática, que la religiosidad debe no implicar un progreso económico. Indica que el buscar el nexo inicialmente señalado, no debe fundamentarse en los cimientos rigurosos del protestantismo y catolicismo.

El espíritu del capitalismo

El autor señala que para conocer el espíritu del capitalismo ha de fundamentarse en bases históricas. Posteriormente señala un número de posibles ganancias que se pueden obtener a través del buen empleo del dinero y del tiempo. Cita a Benjamín Franklin, quien señala que existe una gran diferencia entre aquel que se ve satisfecho por lo ganado y aquel que no ve límites en su ganancia. En este punto donde se refiere al “ethos” que caracteriza al moderno capitalismo. Y es que en virtuda al pensamiento de Flanklin, el espíritu capitalismo guarda una gran relación con la ética y la racionalidad. Señala que en Oriente, no obstante haber existido el capitalismo, este no tiene la característica que sí tiene occidente, el cual se basa en la prudencia, ética y racionalidad. El autor señala que el capitalismo en sí nace fundado en lo que significa el tradicionalismo, esto es en la forma cercana en que se relaciona el comerciante con los clientes y trabajadores. Sin embargo, con el avance del comercio y las mayores inversiones, dichas relaciones serán más estrictas y menos tradicionales, enfatizando el “ethos”, mediante la racionalidad que persigue al

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