CARACTERISTICAS DEL CASTELLANOS
Enviado por rafael • 31 de Octubre de 2011 • 3.068 Palabras (13 Páginas) • 858 Visitas
• EL CASTELLANO
El castellano irrumpió en las distintas hablas medievales de la Península, adoptando las soluciones fonéticas más innovadoras de las lenguas vecinas e imponiendo otras aún más radicales.
Tiene su origen en Cantabria, en un conjunto de condados que dependían del Reino leonés.
El castellano se difundió con la Reconquista por el sur, avanzando como un abanico invertido entre el leonés y el aragonés. Su literatura (cuyos primeros textos conservados son del siglo XI )alcanzaría pronto un gran desarrollo. Se extiende por tierras leonesas, riojanas, navarras y aragonesas, que, poco a poco, van adoptándolo a expensas de sus propias hablas. Los conquistadores y colonizadores lo implantan en América y Filipinas. Los judíos expulsados lo llevan consigo, y aún lo mantienen hoy sus descendientes los sefardíes ( judeo-español). Durante los siglos XVI y XVII, el castellano alcanza su máximo esplendor literario, se conoce y se habla por las personas cultas de toda la península, y adquiere un extraordinario rango internacional. Esa difusión hace que muchos, desde fines de la Edad Media, en España y, sobre todo, fuera de España, lo denominen español, nombre que alterna con el de castellano. Hoy lo hablan más 300 millones personas.
Características del castellano:
• Factores:
La intensidad de la romanización menos determinante que en el resto hispánico debido a que fue tardía y pobre. La influencia prerromana, en especial del vasco, que nos hace ver algunas semejanzas en el aspecto fonético de nuestra lengua: cinco fonemas en el sistema vocálico de ambas lenguas, así como la aspiración y pérdida de la f- inicial latina. La presencia de arabismos, germanismos, etc...
• Rasgos:
• Pérdida de g-j- iniciales ante e, i, acentuadas.
• Grupo li + vocal, k´l, g´l. Se convierten en sonido que después daría j
• Conversión de -ct- en -ch-.
• Transformación del el grupo latino sci- en z
• Diptongación de las vocales tónicas e, o, en ie, ue.
• Los grupos iniciales pl-, cl, fl, se palatalizan en ll
Características del español clásico del siglo XV
Resultado de tanta admiración fue el intento de trasplantar al romance usos sintácticos latinos sin dilucidar antes si encajaban o no dentro del sistema linguístico del español:
Entre los usos latinos podemos citar :
Se pretende imitar el hipérbaton (separar dos elementos que tienen relaciones lógicas y sintácticas estrechas) dislocando violentamente el adjetivo del sustantivo. Por ejemplo
« Pocos hallo que de las mías se paguen obras » ( a quienes gusten mis obras).
Se adopta el participio presente en lugar de la relación de relativo, del gerundio o de otros giros, como en estos versos de Santillana:
« Oh vos, dubitantes, creed las estorias », « yo sería demandante »
Es corriente la colocación del verbo al final de la frase :
« Pues que le aprovecho al triste...si su amor cumpliere, e aún el universo mundo por suyo ganare , que la su pobre de anima por ello después en la otra vida perdurable detrimento o tormento padezca ? »
Se emplea mucho el infinitivo dependiente de otro verbo a la manera latina :
« Honestidad e contenencia no es dubda ser muy grandes e escogidas virtudes »
La adjetivación, hasta entonces parca, empieza a prodigarse, con frecuente anteposición al sustantivo: « los heroicos cantares vaticinante poeta Omero. »
Durante este periodo, el idioma continúa despojándose del lastre medieval.
Los escritores introducen enorme cantidad de palabras (casi siempre cultas : cultismos) de origen latino. Por ejemplo, en sólo una estrofa del Marqués de Santillana encontramos exhortar, disolver, geno, subsidio, colegir, describir, servar y estilo.
No todos los neologismos importados en esta época son latinos. Había palabras de origen francés, los galicismo y había también italianismos. Sin embargo, a pesar de la poderosa corriente de refinamiento, no fue olvidado el lenguaje popular. De una parte lo reclamaba así la creciente intervención del pueblo en la vida nacional, por otra, los hombres cultos del Renacimiento empezaban a interesarse por los productos más espontáneos y naturales.
En la primera mitad del siglo XV pervivían aún en la lengua muchas inseguridades, es decir que no se habían llegado a la elección definitiva entre las distintas soluciones que en muchos casos contendian. No se conoce el concepto de norma. Así,
Alternan indiferentemente la grafías t y d finales : edat / edad, voluntat / voluntad. Con el tiempo, sin embargo, desaparece la alternancia grafica de t y d finales y triunfan las formas con d, antiguedad, voluntad, merced. Se siguen confundiendo la f y h iniciales hace/facer, huego/fuego. La literatura conserva abundantes restos de f inicial, fallar, fermosura, pero en esta época ya es muy general la h, herir, hazañas, que se impone por completo entre 1500 y 1520.
Se vacila entre dubda y duda, ome y hombre
Pero ya se estan produciendo cambios importantes :
- Las antiguas formas en -ades, -edes, -ides habían sido reemplazadas por deseaís, teneís.
- Desaparece el uso del artículo con el adjetivo posesivo: la tu torre se cambia en tu torre, los sus ojos >> sus ojos
- Se resuelve a favor de y su alternancia con e como conjunción copulativa.
El español de entonces, sobre todo en su pronunciación, se asemejaba más a otras lenguas romances como el francés:
cielo, laço : (ts)
zapato : (ds)
xarabe : ch fracesa
En los cultismos, se consolida la adaptación de la fonética latina a los hábitos de la pronunciación vulgar, reduciendo los grupos consonantes: dignus, perfectus, secta en las formas dino, perfeto, seta.
El fonema actual /x/ no existe aún.
Este castellano literario se había constituido, a partir del siglo XIII, sobre la lengua de Toledo, por lo que en el s. XVI y durante el Siglo de Oro se sigue citando a esta ciudad como guía de la norma lingüística.
Sin embargo Toledo no era el único centro lingüístico, y debía rivalizar con Sevilla, en donde existían algunas características específicas:
- el seseo y el yeísmo
- diferenciación de los pronombres "lo" y "le" (en contraste con el español toledano que era leista: lo vi, le vi)
- conservación del fonema /h/ (h aspirada), descendiente de la /f/ latina.
El español clásico. Características
En el español clásico de los siglos XIV y XV todavía existían numerosas vacilaciones, algunas de las cuales van desapareciendo o atenuándose
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