COMO SE PASO UNA HORA BUSCANDO EL CALCETÍN ROJO
Enviado por evelyn_aqui • 10 de Junio de 2017 • Resumen • 1.545 Palabras (7 Páginas) • 564 Visitas
[pic 1][pic 2][pic 3][pic 4]
ESCRITOS
Redacción 1
29/08/2016
Evelyn Karen Aquino Rodríguez
[pic 5]
ÍNDICE
- SE PASO UNA HORA BUSCANDO EL CALCETÍN ROJO
- PARECE QUE VA A LLOVER
- LO QUE TRAÍA GLORIA EN LA MOCHILA
- ALEXA Y CRÍTICAS RECIBIDAS
- MENSAJE EN LA BOTELLA
- PECADO CAPITAL” SOBERBIA”
SE PASO UNA HORA BUSCANDO EL CALCETÍN ROJO
Alejandro, quien llevaba días esperando alguna oferta de trabajo, por fin le habían llamado para que se presentara a una entrevista.
Llegó el tan anhelado día y Alejandro preparó todas las cosas que llevaría a la entrevista, plancho su pantalón, camisa y saco. Boleo sus zapatos y puso sus calcetines rojos de la suerte dentro de ellos.
Él se metió a bañar y terminando comenzó a vestirse, pero al momento de ponerse los zapatos, solo un calcetín rojo estaba. Empezó a buscar por todo la habitación su preciado calcetín, pero no lo encontró, fue a la sala donde estaba Teresa su mamá, le preguntó si no había visto su calcetín rojo y ella le respondió con un sí, Teresa lo acababa de lavar porque pensó que estaba sucio, pues lo encontró en su zapato. Alejandro salió corriendo hacia los tendederos, pero ya no halló nada.
A lo lejos, distinguió a su hermano Alberto que caminaba con Cucho el perro, en ese instante vio que Chucho llevaba su calcetín en la cola. Se apresuró intentando alcanzarlos, pero un autobús se le atravesó e impidió que pudiera cruzar la calle. Corrió muy rápido hasta arribar al parque, donde estaba Alberto y el perro, mas sin embargo cuando llegó ya se habían ido.
De lo enojado que estaba no se dio cuenta que pisó una charca y se había llenado de lodo, pero también su pantalón se había roto. Todo sucio y cansado regresó tristemente a casa, con la esperanza que su hermano, Chucho y el calcetín ya estuvieran ahí.
Caminó unas cuadras y volteo la vista hacia una librería, para su sorpresa Alberto se encontraba ahí, Alejandro quiso entrar, pero no lo dejaron pues estaba todo mugroso. Esperó a su hermano afuera de la librería, y para su mala suerte Alberto salió por la puerta trasera. Alejandro permaneció un largo tiempo a la espera que saliera su hermano, y como ya no lo vio decidió regresar a casa. Le quedaba poco tiempo para llegar a su entrevista y aún no tenía su calcetín con él.
Al entrar a casa vio a Chucho y le quito rápido su calcetín, pero pobre Alejandro se había pasado una hora o más buscando su calcetín rojo, ese que era de la buena suerte, pero para su mala fortuna no solo había perdido su calcetín, sino también su entrevista.
. [pic 6]
PARECE QUE VA A LLOVER
Parece que va a llover, el cielo se está nublando, el aire se siente cada vez más frio, estoy seguro un diluvio caerá y jamás lo olvidarán. Dijo un anciano que estaba sentado junto a mí en el autobús esta mañana.
Un viejo que parecía divagaba en su mente me lo dijo, como le podría yo creer si estábamos en Enero y en este mes no llueve, era algo imposible. Pero, ¿Por qué lo diría, acaso estaba loco?, aunque no lo creo, se veía bastante bien y muy convencido de todo lo que había dicho se haría realidad. Baje del autobús un poco desconcertado por esas palabras que había escuchado, sin embargo a las pocas horas las olvide.
Días después, estando en el trabajo llego mi compañero a mi oficina cantando esa famosa canción “Parece que va a llover”, puesto que esos días habían sido muy raros, todo era como una premonición, pero no había un porque tendría que llover en esta época del año.
Pasaron aproximadamente tres semanas, y diario junto a mí iba ese anciano que siempre repetía lo mismo, yo ya estaba harto. Pero algo muy curioso era que no había un solo día que él no subiera al autobús con un paraguas en su mano derecha. Llegue a pensar que en verdad estaba loco. ¿Cómo era posible que alguien durante más de tres semanas llevara una sombrilla y repitiera lo mismo?
Era algo tan extraño, que me daba escalofríos solo con verlo, y es que aunque el autobús estuviera vacío, él siempre decidió sentarse a mi lado. Quien sabe cuándo será su tan esperado día del anciano.
Al siguiente día, decidí irme al trabajo junto con mi esposa. Ya no quería ver más a ese viejo, pero para mí desgracia, justo dos cuadras antes de llegar a la oficina, el semáforo se puso en rojo. Justo a mi lado estaba un autobús, e inconscientemente alce la cara y vi que ahí, en el asiento de siempre estaba el anciano, y con una sonrisa me señalo el cielo.
...