CRIMEN Y CASTIGO
Enviado por ginita • 27 de Julio de 2011 • 3.723 Palabras (15 Páginas) • 2.864 Visitas
CONTENIDO
1. Biografía del autor
2. Argumento de la obra
3. Personajes principales de la obra
4. Lugares y espacios donde se desarrolla la obra
5. Temas y subtemas
6. Marcos referenciales: Geográfico, histórico social y espiritual.
7. Estilo
8. Recursos literarios
9. Preguntas Tipo ICFES
1. BIOGRAFIA DEL AUTOR
Fedor Dostoievski
Novelista realista ruso que vivió entre los años 1821 y 1881. Se caracterizó por examinar la mente y el corazón humanos, sus obras ejercieron una influencia en la cultura moderna.
Su vida comienza en Moscú donde vivió hasta los diecisiete años ya que su padre lo envió a la Academia Militar de San Petersburgo. Pero se aburrió y se dedicó a la literatura. Su primera novela, Pobres gentes (1846), contaba la historia de amor desgraciada de un funcionario estatal. El libro era bastante novedoso, pues añadía la dimensión psicológica a la puramente narrativa en su análisis de los conflictos del protagonista, observándolos desde su interior. En su siguiente novela, El doble (1846), y en otros trece cuentos continuó explorando las humillaciones y el consecuente comportamiento de los desheredados.
En 1849, su carrera quedó interrumpida. Se unió a un grupo de jóvenes intelectuales que leían y debatían las teorías de escritores socialistas franceses, por aquel entonces prohibidos en la Rusia zarista de Nicolás I. En sus reuniones secretas se infiltró un informador de la policía, y todo el grupo fue detenido y enviado a prisión. En diciembre de 1849 se les condujo a un lugar en que debían ser fusilados, pero, en el último momento, se les conmutó la pena máxima por otra de exilio. Dostoievski fue sentenciado a cuatro años de trabajos forzados en Siberia y a servir a su país, posteriormente, como soldado raso. Las tensiones de ese periodo desembocaron en una epilepsia, que sufriría durante el resto de su vida.
Al regresar a San Petersburgo, Dostoievski retomó su carrera literaria, lanzando una publicación mensual en colaboración con su hermano Mijaíl, llamada Vremia (Tiempo). En ella publicó, por capítulos, Memorias de la casa de los muertos y Humillados y ofendidos. En esta melodramática historia, muy apreciada por los lectores debido a su compasivo tratamiento de los desheredados, el autor ruso presenta por primera vez el tema de la redención y de la conquista de la felicidad a través del sufrimiento.
Tras la larga enfermedad y muerte de su mujer en 1864, y la de su hermano, cuyas deudas financieras se vio obligado a pagar, quedó prácticamente en la ruina. A cambio de un préstamo, se comprometió con un poco escrupuloso editor a cederle los derechos de sus obras si no le entregaba una novela completa en el plazo de un año. Dos meses antes de cumplirse ese plazo, le presentó El jugador (1866), basada en su propia pasión por la ruleta. Para transcribir esta novela había contratado los servicios de una mecanógrafa, Anna Snitkina, con la que se casaría poco después, y con la que alcanzaría felicidad y satisfacción.
Dostoievski se pasó los siguientes años fuera del país, para escapar de los acreedores. Fueron años de pobreza, pero de gran creatividad. Durante este periodo, consiguió finalizar Crimen y castigo (1866), que había comenzado antes que El jugador, y Los endemoniados (1871-1872). Cuando regresó a Rusia, en 1873, ya era un escritor con renombre internacional. Su última novela, Los hermanos Karamazov (1879-1880), la completó poco antes de su muerte, acaecida el 9 de febrero de 1881 en San Petersburgo.
2. ARGUMENTO DE LA OBRA
La colación entre la culpa y la explotación del delito a través de la fuerza redentora del sufrimiento humano. Es el estudio psicológico de un crimen. Sentado en un parque, el estudiante de Derecho Rodión Romanovich Raskolvikov planea un robo para que así con el dinero pueda continuar sus estudios y supuestamente también ayudar a Pulquería su madre, su hermana Dunia a la que liberaría de un matrimonio forzado por el interés. Premunido de un hacha se dirige a la casa de la usurera Aliona Ivanovna, ser maligno que, como un piojo, chupaba la sangre de los necesitados; ella, desconfiada, le abre la puerta y al darse cuenta de las intenciones reales de Rodión ya es muy tarde; Aliona voltearía sólo para que el hacha le partiera la cabeza. Inexperto, Rodión había olvidado cerrar la puerta con seguro; solo así, habría podido ingresar Isabel la hermana de la usurera, aterrorizada no tuvo tiempo ni siquiera para gritar ya que Rodión le asentó con 4 hachazos dejándole tendida; aprovechó luego para coger una bolsita que la anciana llevaba en el cuello, con unas llaves abre un baúl sacando de él unas alhajas... y después de unos momentos angustiosos, pues tocaban la puerta... huye sin ser visto no dejando huella alguna que lo delatara. Esconde luego lo robado debajo de una piedra y se encuentra pronto en ese cuchitril que le servía de habitación; allí, en medio de una terrible soledad, sufrirá los embates de su conciencia y de un estado que tipifica al criminal no avezado que acaba de delinquir. Dostoievsky describe a Rodión que va desde la normalidad, pasando por el nerviosismo, inseguridad, lagunas mentales, estado febril asta el paroxismo de la locura, para recuperar luego la ecuanimidad y no entender cómo no pudo desaparecer las huellas de sangre que manchaban sus zapatos, las que tenía en la basta de su pantalón con el forro de sus bolsillos. Razumiikin, su amigo, tampoco no entiende su estado febril cuando visita. Solo confiará su secreto a Sonia, una Jovencita que se había prostituido a instancias de su madrastra Catalina, pues su padre el borracho Marmeladov los había sumido en la peor miseria. Ella le aconseja que se entregue a la policía; a la postre, Sonia le acompañaría a los trabajos forzados en Siberia cuando es condenado, como una muestra de amor al delirante Rodión. Solo el Juez de Instrucción Porfiri Petrovich sospecha de él y le va cerrando en el círculo de su culpabilidad. Rodión no se sentía culpable de nada; ya que creía que con el crimen de la usurera, él había liberado a la humanidad de un ser maligno, dañino; sólo se cul paba de haber fracasado, pues profesaba la "Teoría del Superhombre" con la que, según él, la sociedad estaba dividida entre los hombres vulgares que estaban irremediablemente condenados
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