Caballero De La Armadura Oxidada

El caballero vivía en un castillo con Julieta, su mujer, y Cristóbal, su hijo. Era un caballero que salvaba doncellas y mataba dragones, solo para demostrar que era bueno, generoso y amoroso, sin importarle el no pasar tiempo con su familia.

El caballero adoraba mucho su armadura y dedicaba horas a brillarla y medírsela hasta que llego el tiempo en que la utilizaba hasta a la hora de comer. Un día decidió dejarse la armadura puesta para estar preparado para cuando empezara una cruzada o tuviera que rescatar a alguna doncella, por lo que su hijo Cristóbal había olvidado como era su padre porque siempre llevaba puesta su armadura y solo conservaba un retrato de el; Esto acabó por enfadar a su mujer, la que le amenazó diciendo que si no se quitaba la armadura se iría del castillo con su hijo. El caballero se asustó mucho porque no quería peder a su familia y trató de quitarse la armadura pero no pudo ya que se le había quedado atascada por tanto tiempo sin quitársela. Recurrió al herrero del castillo, el hombre más fuerte del reino, que de mala gana intento quitársela pero no pudo. Por lo que decidió salir en busca de ayuda, no sin antes avisar al rey. Al llegar donde el rey le dijeron que este había salido en una cruzada y el bufón del la corte, llamado Bolsalegre, le aconsejó que fuera donde el mago Merlín en los bosques.

El caballero se adentró en los bosques, buscando a Merlín, pero no lo encontraba. Cabalgaba día tras día, cada vez se debilitaba más y poco a poco se daba cuenta de muchas cosas que él ignoraba. Una vez encontrado el gran sabio, este hizo que el caballero se cuestionase muchos aspectos de su vida de los que hasta ahora no se había percatado. El caballero estaba muy cansado y se calló dormido al piso, luego Merlín le dio a tomar un liquido llamado `vida', este liquido tenia un sabor amargo al principio y a medida que se degustaba se hacia mas apetecible, por lo que el caballero aprendió que la vida es buena cuando uno la acepta. El caballero paso muchos días con Merlín y los animales lo alimentaban triturándole la comida y pasándosela por dentro de la visera. Merlín le dijo al caballero que el no necesitaba su armadura porque si era un caballero noble, bueno y generoso como decía no necesitaba ir a batallas para demostrarlo.

El caballero reflexionaba sobre todas las cosas que le decía Merlín, pero extrañaba mucho a su esposa y a su hijo y al recordarlos se daba cuenta de lo desconsiderado que había sido con ellos. El caballero decidió mandarle una nota a su hijo Cristóbal para ver si quería que regresara con él, pero su hijo no le respondió porque no lo conocía lo suficiente para saber si quería que regresara; esto hizo que el caballero empezara a llorar profundamente.

Merlín le dice al caballero que tiene que liberarse de la armadura por el mismo, no por Julieta o por Cristóbal. Para poder quitarse la armadura y volver con su familia debía marchar, pero no por el camino de la mentira, por el que había venido, sino por el de la verdad, mucho más estrecho y empinado. Aquí, se nos da a entender que es mucho más fácil ir mintiendo que ir por la vida siempre con la verdad. En el camino de la verdad se encontrará con tres castillos: el Silencio, el Conocimiento y la Voluntad y la Osadía. Esos eran los tres pasos a seguir para poder conocerse a uno mismo y sacar el amor y el cariño que llevamos dentro y que nunca sacamos. En su viaje iba a ser acompañado por un ardilla llamada Ardilla y una paloma llamada Rebeca.

Los tres partieron al Sendero de la Verdad, Ardilla iba enfrente y detrás el caballero con Rebeca en su hombro. De vez en cuando Rebeca volaba en misión exploratoria para informarles lo que les esperaba más adelante. Después de unas horas el caballero callo exhausto y adolorido, por lo que decidieron parar a dormir.

A la mañana siguiente se dio cuenta que había perdido parte de su visera durante la noche. Se pregunto como había sucedido esto y Ardilla le contesto que se había oxidado por las lagrimas que había derramado al ver la carta de su hijo. La pena del caballero fue tan profunda que su

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