Caperucita Roja
Enviado por 69780 • 10 de Abril de 2013 • Resumen • 998 Palabras (4 Páginas) • 447 Visitas
Hermanos Grimm
Caperucita Roja
Hermanos Grimm (1785-1863)
Imagen de dominio público. Fuente:
Caperucita Roja
Hermanos Grimm
Érase una vez una pequeña y dulce coquetuela, a la que todo
el mundo quería, con sólo verla una vez; pero quien más la quería era su abuela,
que ya no sabía ni qué regalarle. En cierta ocasión le regaló una caperuza de
terciopelo rojo, y como le sentaba tan bien y la niña no quería ponerse otra cosa,
todos la llamaron de ahí en adelante Caperucita Roja.
Un buen día la madre le dijo:
- Mira Caperucita Roja, aquí tienes un trozo de torta y una
botella de vino para llevar a la abuela, pues está enferma y débil, y esto la
reanimará. Arréglate antes de que empiece el calor, y cuando te marches, anda
con cuidado y no te apartes del camino: no vaya a ser que te caigas, se rompa la
botella y la abuela se quede sin nada. Y cuando llegues a su casa, no te olvides
de darle los buenos días, y no te pongas a hurguetear por cada rincón.
- Lo haré todo muy bien, seguro - asintió Caperucita Roja,
besando a su madre.
La abuela vivía lejos, en el bosque, a media hora de la aldea.
Cuando Caperucita Roja llegó al bosque, salió a su encuentro el lobo, pero la
niña no sabía qué clase de fiera maligna era y no se asustó.
- ¡Buenos días, Caperucita Roja! - la saludó el lobo.
- ¡Buenos días, lobo!
- ¿A dónde vas tan temprano, Caperucita Roja? -dijo el lobo.
- A ver a la abuela.
- ¿Qué llevas en tu canastillo?
- Torta y vino; ayer estuvimos haciendo pasteles en el horno;
la abuela está enferma y débil y necesita algo bueno para fortalecerse.
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- Dime, Caperucita Roja, ¿dónde vive tu abuela?
- Hay que caminar todavía un buen cuarto de hora por el
bosque; su casa se encuentra bajo las tres grandes encinas; están también los
avellanos; pero eso, ya lo sabrás -dijo Caperucita Roja.
El lobo pensó: "Esta joven y delicada cosita será un suculento
bocado, y mucho más apetitoso que la vieja. Has de comportarte con astucia si
quieres atrapar y tragar a las dos". Entonces acompañó un rato a la niña y luego
le dijo :
- Caperucita Roja, mira esas hermosas flores que te rodean;
sí, pues, ¿por qué no miras a tu alrededor?; me parece que no estás escuchando
el melodioso canto de los pajarillos, ¿no es verdad? Andas ensimismada como si
fueras a la escuela, ¡y es tan divertido corretear por el bosque!
Caperucita Roja abrió mucho los ojos, y al ver cómo los rayos
del sol danzaban, por aquí y por allá, a través de los árboles, y cuántas preciosas
flores había, pensó: "Si llevo a la abuela un ramo de flores frescas se alegrará; y
como es tan temprano llegaré a tiempo". Y apartándose del camino se adentró
en el bosque en busca de flores. Y en cuanto había cortado una, pensaba que
más allá habría otra más bonita y, buscándola, se internaba cada vez más en el
bosque. Pero el lobo se marchó directamente a casa de la abuela y golpeó a la
puerta.
- ¿Quién es?
- Soy Caperucita Roja,
...