Carnaval En Venezuela
Enviado por greysled • 19 de Octubre de 2013 • 942 Palabras (4 Páginas) • 291 Visitas
Carnaval en Venezuela
El Carnaval es tiempo de libertad y libertinaje que alcanza su plasmación el Miércoles de Ceniza. Tras el desenfreno y la locura, llega el período de cuaresma y los tristes días de la semana
La historia del Carnaval es la historia de una lucha por la libertad o, lo que es lo mismo, una lucha por la supervivencia. Repasar las disposiciones que salen desde el poder del Carnaval es leer una larga relación de prohibiciones y cortapisas que tratan de hacer desaparecer o controlar una manifestación popular que sólo se desarrolla en un marco de libertades públicas.
Cuando el poder sociopolítico comprende la imposibilidad de terminar definitivamente con el Carnaval, tiende a controlarlo, a reglamentarlo. Y, al mismo tiempo, a ofrecer alternativas de diversión que conduzcan al pueblo hacia unos lugares concretos para así supervisarlo.
De vieja data
Cuando se ha tratado de señalar el origen del Carnaval, la historia se remonta hasta precedentes de distintas civilizaciones que, sin usar el mismo concepto de fiesta con que se conoce al Carnaval, sí han utilizado objetos y utensilios similares. En este sentido, la utilización de máscaras en celebraciones y ritos de origen pagano se ha interpretado como la existencia del Carnaval en cualquier tipo de cultura que nos ha precedido.
Los orígenes remotísimos podrían suponer en las bacanales, las saturnales y las lupercales, fiestas en honor a los dioses Baco, Saturno y Pan, respectivamente. En el mismo sentido, también se ha hablado del mes de Phaljova en la India, la fiesta de Falo en Egipto o la Axura árabe.
El Carnaval es un hijo del cristianismo; mejor dicho, sin la idea de cuaresma, no existiría en la forma concreta en que ha existido desde fechas oscuras de la Edad Media europea.
Don carnal
Dentro de estos ciclos que explican perfectamente los comportamientos de los individuos y de las masas, comportamientos inencasillables dentro de una estructura simplista que no tiene en cuenta los enfrentamientos entre la moral y los impulsos más dionisíacos, hay que encuadrar el Carnaval dentro de los tiempos de invierno.
El Carnaval es tiempo de desenfreno, que alcanza su plasmación más conocida en los tres días previos al Miércoles de Ceniza. Tras el desenfreno carnavalesco, llega la represión de la cuaresma y después la tristeza de la Semana Santa. El Carnaval está personificado por Don Carnal que simboliza la libertad para comer carne y termina con las carnestolendas (carnes prohibidas).
Principalmente autoriza la satisfacción de todos los apetitos de la moral cristiana que reconoce también los derechos de la carne, la carnalidad. El Carnaval encuentra así, además de su significación religiosa, una significación social y sicológica.
Su función equilibradora en todos los aspectos resulta evidente, se permite la inversión de lo cotidiano. Se rompe con los esquemas de cada día, se olvida y pierde la personalidad propia en la búsqueda de algo propio oculto. Se suspende el orden
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