Choco Busca Una Mamá

CHOCO BUSCA UNA MAMÁ

Choco era un pájaro muy pequeño que vivía a solas. Tenía muchas ganas de conseguir una mamá, pero ¿quién podría serlo?

Un día decidió ir a buscar una. Primero se encontró con la señora Jirafa.

―Señora Jirafa― dijo. ―

Usted es amarilla como yo. ¿Es usted mi mamá? ―

Lo siento―suspiró la jirafa―pero yo no tengo alas como tú.

Choco se encontró después con la señora Pingüino. ―

Señora Pingüino―dijo. ―

Usted tiene alas como yo.

¿Será que usted es mi mamá?

―Lo siento―suspiró la señora Pingüino, pero mis mejillas no son grandes y redondas como las tuyas.

Choco se encontró luego con la señora Morsa. ―

Señora Morsa―exclamó. ―

Sus mejillas son grandes y redondas como las mías.

¿Es usted mi mamá?

―Mira―gruñó la señora Morsa―mis pies no tienen rayas como los tuyos, así que: ¡No me molestes!

Señora pato!!! Exclamo choco! Ud es igual de pequeña que yo!! Es ud mi mamá?

Noooo señor!! Ya quisiera usted que yo fuera su mamá! Contesto la señora pato! Yo no tengo pico redondo como tu! Mi pico es planoooooo y llamativo!

Choco se fue cada vez más triste… caminaba y caminaba…. De tanto caminar se encontró con la señora oveja

Señora ovejaaaaaa!!! Grito!

es ud mi mamá??? Preguntó!

Noooooo mi querido pajarito, contesto la señora oveja, tu eres una lindaaaa ave con plumas, yo por el contratrio estoy invandida en lana!

Sigio su camino el triste choco, y en su paso se encontró con la señora mico

Señora mico! Digame por favor que ud es mi mama! Ambos tenemos colas Exclamo!

Lo siento , pero mi cola es largaaaaa y la tuya es cortaaaaa además yo brinco y tu vuelas, no soy tu mama…

Entrando ya en furia y decepción choco con la señora leona!

Por favor no me coma!!! Digame mejor que es ud mi mamá!

Ambos somos amarillos y rosagantes!!!

No señor! Yo aún no tengo hijos!

Descanzando en una roca, una linda mariposa paso en frente de choco,

Ambas tenemos alas… profavor sea ud mi mama!

Tristemente no lo soy, aunque seamos muyyyy parecidos…. Aun asi lamento mucho no ser tu mama

Choco buscó por todas partes pero no pudo encontrar una madre que se le pareciera.

Cuando Choco vio a la señora Oso recogiendo manzanas supo que ella no podría ser su mamá. No había ningún parecido entre él y la señora Oso.

Choco se sintió tan triste que comenzó a llorar. ― ¡Mamá, mamá!...Necesito una mamá. La señora Oso se acercó corriendo para averiguar qué le estaba pasando. Después de haber escuchado la historia de Choco, suspiró: ― ¿En qué reconocerías a tu madre? ―Ay…estoy seguro de que ella me abrazaría―dijo Choco entre sollozos.

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