Comentario Del Periquillo Sarninento
Enviado por garogy • 16 de Agosto de 2011 • 1.253 Palabras (6 Páginas) • 1.499 Visitas
Comentario de la novela:
EL PERIQUILLO SARNIENTO
De José Joaquín Fernández de Lizardi
En esta novela, el autor hace una crítica a diferentes aspectos e instituciones de la sociedad.
La primera institución que menciona Fernández de Lizardi es la familia.
Al narrar su nacimiento, el personaje principal y narrador de la historia, comenta que le fue asignada una nodriza, por lo que habla duramente contra las madres que dejan el cuidado de sus hijos a terceros como se lee en el siguiente fragmento: “… escandaliza a la naturaleza que una madre racional haga lo que no hace una burra, una gata, una perra, ni ninguna hembra puramente animal y destituida de razón” (Fernández de Lizardi 15).
Manifiesta su rechazo a una educación sin disciplina ni límites cuando refiere el consentimiento y los excesivos cuidados de la madre de Periquillo al sentenciar: “¡Ah!, no saben las madres el daño que hacen a sus hijos con semejante método de vida” (Fernández de Lizardi 17). Y cuando estas madres quieren disciplinar a sus hijos, ya pasó mucho tiempo y no es posible hacerlo, como se lee: “ la pobre de su merced me reprendía mis extravíos; me hacía ver que ellos eran la causa del triste estado a que nos veíamos reducidos… la infeliz señora hacía todo lo que podía para que yo reflexionara sobre mí… ¡Ah, lágrimas de mi madre, vertidas por su culpa!” (Fernández de Lizardi, 153).
En relación al padre de Periquillo, el autor exhorta constantemente a los hombres a mantener una actitud viril en la educación de sus hijos y no dejarse manipular por sus esposas, como se lee en las siguientes líneas: “¡Qué mal hacen los hombres que se dejan dominar de sus mujeres, especialmente acerca de la crianza o educación de sus hijos! (Fernández de Lizardi, 18-19), y así mismo: “ muy bueno y muy justo es que los hombres amen a sus mujeres y que les den gusto en todo cuanto no se oponga a la razón; pero no que las contemplen tanto que, por no disgustarlas, atropellen con la justicia, exponiéndose ellos y exponiendo a sus hijos a recoger los frutos de su imprudente cariño, como me sucedió a mí” (Fernández de Lizardi, 45).
En relación al matrimonio, alude al deseo de las madres de ver bien casadas a sus hijas, quienes buscan ocasiones para relacionarlas bien como comenta el personaje al conocer a su primera esposa: “Entre las señoras o no señoras que me visitaban iba una buena vieja que llevaba a una niña como de dieciséis años… que se llamaba Mariana” (Fernández de Lizardi, 394); esta mujer luego se lamenta de haber propiciado el enlace: “¡Ojalá yo hubiera sabido quién era usted! ¡Seguro está que no se hubiera casado con mi hija…!” (Fernández de Lizardi, 408).
Por boca de Don Antonio, el autor aconseja que una mujer debe casarse joven con un hombre mayor que ella y con experiencia de la vida: “…deseo casar a mi hija…no con un rico, ni con un marqués, pero sí con un hombre de bien, con experiencia del mundo… Sé dos cosas bien comunes. La una, que un moderado exceso en la edad de un hombre respecto a la de la mujer… debería verse como circunstancia precisa para contraerse los matrimonios…” (Fernández de Lizardi, 615).
La siguiente institución que pasa bajo el escrutinio del autor es la educativa, y reconoce que hay muchas personas bien intencionadas que trabajan con los niños sin tener la preparación suficiente para ello, anota: “El maestro era muy hombre de bien, pero no tenía los requisitos necesarios para el caso… emprendió este ejercicio por mera necesidad, y sin consultar su inclinación y habilidad” (Fernández de Lizardi 21).
Subraya la importancia de una buena lectura: “Cuando oyereis a uno que lee un sermón como quien
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