Crónica de una muerte anunciada

CONCLUSIÓN

"Crónica de una muerte anunciada" es, cuando menos, una novela interesante. Ya sólo el hecho de conseguir mantener en vilo al lector pese a saber éste ya cómo va a terminar el libro es meritorio.

Por otro lado, según se dijo en clase, ha sido elegido como el mejor libro en castellano del siglo XX.

Yo, por mi parte, sólo puedo decir que su lectura me ha sorprendido. No esperaba, la verdad, la clase de novela con la que me he encontrado. Tampoco podría precisar qué era concretamente lo que me esperaba, pero no era ni por asomo una novela como "Crónica de una muerte anunciada".

Lo cierto es que me ha resultado muy placentero su lectura. Quizá debido a que mis gustos se inclinen hacia el "gore" (descripciones como la del spaguetti azulado de las tripas de Nasar ya he leído unas cuantas; en una de ellas, por ejemplo, el protagonista acaba de recibir un tiro a quemarropa en el vientre y los intestinos se desparraman por el suelo y al dar un paso, pisa el intestino de modo que al dar el siguiente... sin embargo, he de reconocer que el detalle de "el olor a mierda de sus entrañas" me sorprendió por lo obvio y lo lógico que era, y que pese a ello no lo había leído antes, ni se me había ocurrido a qué deben de oler las entrañas), pero sobre todo seguramente debido a que me gustan las novelas (así como las películas) en las que se oculta más de lo que se muestra, o que permiten redibujarlas enteras una vez concluida su lectura (o visionado).

Tal es el caso de "El sexto sentido", por ejemplo o de esta "Crónica de una muerte anunciada", en la que se nos escamotea la autoría de la pérdida de virginidad de Ángela Vicario.

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