Cuento De Navidad
Enviado por LUNAESCARLATA • 8 de Marzo de 2014 • 536 Palabras (3 Páginas) • 371 Visitas
Texto completo del cuento
Hubo una vez un hombre tan harto de ver tantas cosas malas por el mundo, que una Navidad pidió un deseo al árbol de navidad, este era “que todo el mundo fuera bueno y tuviera espíritu navideño.”
Y resultó que, en ese instante andaba pasando por ahí un ángel con espíritu aventurero que escucho el deseo de aquel hombre y decidió hacer realidad su deseo, entonces mágicamente, su deseo se vio cumplido.
Cuando comenzó a caminar por la calle, todo el mundo parecía feliz y nadie era capaz de hacer el mal.
Vio como unos niños querían tirar piedras a un perro, pero por el ángel convirtió las piedras en nieve y no provocaron ningún daño al perrito por lo cual sintió mucho gusto.
Siguió caminando y observo como un hombre cruzó la calle despistado, y cuando el conductor sacó medio cuerpo por la ventanilla para gritar algo, (el angel hizo de las suyas) y el hombre le dio los buenos días y le deseó felices fiestas; vio a una mujer rica que caminaba envuelta en su abrigo de pieles, al pasar junto a un mendigo, cuando parecía que iba proteger aún más su bolso, lo agarró y se lo dio lleno, con todo el dinero y las joyas.
Nuestro navideño hombre estaba feliz, pero la cosa cambió cuando fue a pagar en el supermercado.
Le atendió aquella cajera que lo estaba pasando tan mal por falta de dinero, y pensó en dejarle de propina lo justo para poder tomarse luego un chocolate caliente, pero antes de darse cuenta, el ángel apareció, sin saber muy bien cómo, le había dejado de propina todo el dinero que llevaba encima.
Y si aquello no le hizo mucha gracia, menos aún le gustó cuando en lugar de ir al gimnasio subió al autobús que iba a la prisión y se pasó un par de horas visitando peligrosos delincuentes encarcelados, y otro par de horas escuchando la pesada charla de una anciana solitaria en el asilo, en lugar de ir a ver una preciosa obra de teatro sobre la Navidad, tal y como había previsto.
Regreso de nuevo a ver el árbol de navidad y molesto por todo aquello, sin saber qué le empujaba a obrar así, empezó a comprobar que todo el mundo tenía aquel perfecto espíritu navideño gracias a que se había cumplido su deseo.
Pero igual que él mismo, casi nadie estaba agusto haciendo todas aquellas justas y generosas cosas.
Entonces se dio cuenta de lo injusto que había sido su deseo: había pedido que todos mejoraran, que el mundo se hiciera bueno, cuando él estaba realmente lejos de ser así. Durante años se había creído bueno y justo, pero habían bastado un par de cosas para demostrarle que era como todos, sólo un poco bueno, sólo un poco generoso, sólo un poco justo... y lo peor de todo, no quería que aquello cambiase.
Hay quien dice que todos somos como ese hombre. También hay quien dice que bastaría con que un hombre cambie para cambiar el mundo.
Y algunos,
...