Cuento - La Vida Que Queremos Y No Obtenemos

La vida que queremos y no obtenemos.

Había una vez una niña llamada Rosa, que forma parte de una familia prestigiada y de alto nivel social, su padre el Sr. Roberto, unos de los mejores empresarios la ciudad, y su mamá, la Sra. Andrea, una de las actrices más populares y exitosas de ese entonces. Rosa como hija única y de dos grandes personas exitosas, siempre estuvo rodeada de la prensa, y que a pesar de eso, nunca estuvo con sus padres, ya que ellos le tomaban más importancia a su trabajo. Los padres de Rosa, como nunca pudieron estar con ella, desde niña tenía una nana, llamada Beatriz, pero ella de cariño siempre le decía Betty, como sus padres nunca estuvieron con ella, Rosa quería como una abuela a Betty, que siempre la cuido y se preocupó por ella.

Al pasar los años, Rosa dejó de ser una niña, empezó a crecer, y con ello, ya no le gustaba que sus padres no pudieran pasar tiempo con ella, ya que los regalos que recibía de sus padres, no se comparaba con lo que ella quería pasar un día completo con ellos, pero sus papas nunca dejaban su trabajo, a lo que su nana buscaba mil pretextos para justificarlos.

Rosa, como iba pasando el tiempo, ella llenaba su mente con que sus papas no la querían y nunca la quisieron, pero ella no se lo decía a su nana porque ella sentía que no le gustaba que ella se expresara de sus padres de esa manera.

Rosa ya era una adolescente, ella ya estaba convencida que sus padres no la querían, ya que solo la rodeaban de lujos, pero nunca estuvieron con ella, nunca supo lo que era un abrazo o una tarde con ellos, ella ya estaba llena de rencor, a lo que ella, en su vida social era una muchacha muy seria, no tenía casi amigos, no salía a ninguna parte y ni a ninguna fiesta. Un día ella, como cualquier otro fue a la escuela, y ya dentro, mira como un grupo de personas se hacen distinguir entre los demás, pero no de forma normal, si no que a ese grupo de personas eran muy serios, vestían de color negro siempre y se apartaban mucho de los demás alumnos de la escuela, siempre eran muy reservados, lo cual a Rosa le llamo la atención, pues encontró personas que eran como ella. Al salir ese día de clases, vio como ese grupo de personas se volvieron a juntar y se fueron de la escuela, ella llena de curiosidad los siguió, pero sin que ninguno de ellos se diera cuenta. Al seguirlos, vio cómo llegaron a una vieja casa, donde por fuera se miraba como si no hubiese sido habitada por años y nunca se hubieran preocupados ni para pintar las paredes o tan siquiera limpiar la banqueta, a lo que a ella le dio miedo y prefirió irse a su casa.

Al día siguiente, Rosa decide hablar con uno de ellos, pero lo que ella quería era pertenecer a un grupo así o tener amigos para no sentirse sola o no pensar en lo que pudo haber sido de su vida si sus padres la hubieran acompañado en toda su vida. Cuando ya está cerca de ellos, no sabe decidirse si les habla o no, pero por timidez ella decidió no hacerlo. Rosa los sigue observando día tras día, a veces que se acercaba disimuladamente para que no la vieran, pero ella quería saber cuáles eran sus pláticas o que hacían en esa casa abandonada, pero siempre se quedaba con la duda, porque ellos eran muy reservados para hablar y si miraban a alguien demasiado cerca no hablaban de esas cosas.

Un día, estos chicos, muy inquietos ya por que miraban que Rosa día con día se acercaba a ellos pero no hacía nada, ellos le preguntan que sí que buscaba o que quería saber y porque se acercaba a ellos muy misteriosa, a lo que Rosa se queda impactada, no sabe que decir, se queda seria por unos minutos, hasta que decide decirles que ella quería formar parte de ese grupo, que aunque ellos actuaban muy raros y eran muy reservados ella también lo era, pero a lo que estos chicos no creían eso, por que como ella siendo hija de una actriz famosa en ese país y de un padre millonario, ella quería formar parte del grupo más serio y reservado de todos los alumnos de su escuela, a los que ellos se quedaron pensando en la respuesta de Rosa por minutos, hasta que deciden que sí, pero con la condición de que ella iba a hacer todo lo que ellos le pidieran, esto si ella quería formar parte de este grupo, a lo que Rosa decide que sí.

Al pasar los días, y ver los chicos como Rosa en realidad quería ser parte de ellos, por fin la invitan a esa casa donde iban cada día después de salir de clases. Rosa acepta y ella emocionada porque por fin iba a saber lo que ellos hacían e ocultaban en esa casa. Al pasar de las horas, se terminan las clases y se dirigen a esa casa abandonada, al llegar, no todo era como ella pensaba, todos se sentaron en rueda, mientras que uno chico, al que de apodo le decían Crack, preparaba una misteriosa mezcla en una pipa de vidrio, después de unos minutos vio como todos aspiraban un humo de la pipa y como ellos se relajaban y sentían placer al hacerlo. Crack al ver después de que todos aspiraron de la pipa, se dirige a Rosa diciéndole que aspirara de ese tubo, que se sentirá muy bien después de eso y que se olvidaría de todos sus problemas, a lo que Rosa se queda fría, no sabiendo que hacer, ya que ella miraba en las películas o series como es que hacían eso y sus consecuencias, pero ellos la obligan, y a Rosa no le queda de otra. Rosa sin pensar en el acto que cometió, después de haber aspirado de la pipa, se sintió muy bien, muy relajada y sintió como todos sus problemas se desvanecían de su mente, a lo cual ella asegura que le agrado y haría lo que pueda por volver a sentir lo mismo.

Al llegar a su casa, y como siempre, no hay nadie, solo su nana, ya

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