Cuento: Luisa aborrecía a la iglesia cristiana

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Luisa aborrecía a la iglesia cristiana.

Aborrecía también a su familia.

Mientras las otras adolecentes se divertían, usaban ropa de las boutiques, salían a fiestas y tenían novio, a ella la obligaban a usar unas faldotas enormes que la hacían ver vieja y provocaba la burla de sus compañeros, en la escuela todos se reían de ella y le ponían apodos como monja, doña pelos, la señorita espantos y lo que más le disgustaba era el fatalismo de sus padres sobre todo de su madre que siempre  andaba amenazando con el fin del mundo a cualquier persona que quisiera oírla.

Decía que el fin estaba cerca; que Dios enviaría a sus ángeles para llevarse al cielo a todos los justos y para todos los pecadores se abriría un agujero en la tierra que se los tragaría para llevarnos a su infierno por toda la eternidad ( Luisa recordaba que no siempre había sido así, antes le gustaban las fiestas, los cánticos y esa fervorosa emoción de cantar alabanzas. Pero fue cuando era muy niña, ahora sólo sentía pena por sus padres y sus hermanos que parecían vivir en otra realidad llena de demonios y del mal acechando a la vuelta de la esquina; de apocalipsis peores que los que se vivían en las películas -como esa gente que creía en los extraterrestres, ja,ja,jaa)

…y ella solo quería tener novio.

 Pero ningún muchacho se fijaba en ella y además su madre nunca se lo permitiría, decía que eso era pecado…

Una noche después de las aburridísimas oraciones de más de una hora que su madre los obligaba a todos antes de dormir, mientras trataba de conciliar el sueño una enorme culpa y una duda inquietante la atenazó…

-“¿y si su madre tenía razón?”

-“¿y si Dios ya estaba hastiado de tanto pecado?”.

-“¿y si la venida de Dios estaba cerca?”

Ya se sentía desesperada…

Guardo total silencio, cuando de pronto una luz blanca invadió toda la habitación y los gritos de su madre levantándolos a todos y diciéndoles : -“hijos hijos …despierten es la venida del señor… y todos reunidos en oración y unas luces que bajaban de el cielo que empezaron a elevarse primero a el más pequeño de la familia, luego a su madre y a su hermano luego a su padre y en ese momento ella pensó que no iba a ser elevada por que era pecadora y y lloró, lloró totalmente arrepentida con un arrepentimiento sincero y pidiéndole a Dios que a ella también se la llevara, por favor… en ese momento la luz se dirigió hacia ella y sintió como era elevada del suelo hacia el cielo en un éxtasis infinito, llorosa riendo agradecida

…después todo silencio.

Al abrir los ojos, despertó a una dolorosa luz blanca que hería sus ojos, pudiendo poco a poco dibujar una visión que nada tenía que ver con el paraíso que ella había imaginado…

Su familia, abierta en canal, conectados a tubos y aparatos extraños; pero ¿¡vivos!? Mirándola con una desesperación y horror infinitos, todos ellos y a ella misma inmovilizados, sin poder moverse ni gritar siquiera,  en unas planchas como de quirófano, de una extrañeza que sobrecogía la mente…y en ese momento supo de alguna manera que era su turno, que seguía ella…

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