Cuento infantil. El Viaje de Teo y los Secretos de la Selva

Cuento

El Viaje de Teo y los Secretos de la Selva

Escrito por la Esposa de Maria del Mar Valderrama Ramos

Había una vez en lo profundo de la selva tropical, un pequeño mono llamado Teo . Teo vivía en lo alto de un árbol gigante con su familia. Desde lo alto, podía ver la exuberante selva extendiéndose sin fin, con sus verdes y frondosos árboles, ríos serpenteantes y una multitud de criaturas misteriosas.

Una mañana, Teo  se despertó temprano y decidió explorar un área de la selva que su mamá le había advertido que era peligrosa. "No te acerques al Río de las Sombras, Teo ", le había dicho su mamá con preocupación. "Allí habitan criaturas que podrían hacerte daño".

Pero la curiosidad de Teo  era demasiado grande. Decidió aventurarse más allá de su hogar y descubrir qué secretos escondía la selva en el misterioso Río de las Sombras. Con valentía, se deslizó de rama en rama, evitando los peligros del los arboles

Finalmente, llegó al borde del Río de las Sombras. Las aguas oscuras y murmurantes parecían susurrar advertencias. Teo se detuvo por un momento, sintiendo un escalofrío recorrer su pequeño cuerpo ,  Pero su determinación lo impulsó a seguir adelante.

Al adentrarse en el río, Teo  descubrió que la selva era un lugar completamente distinto. La exuberancia de los árboles se volvía aún más densa, las sombras más profundas y los sonidos más misteriosos. Pronto se dio cuenta de que no estaba solo. Criaturas desconocidas lo observaban desde la oscuridad, sus ojos brillaban con curiosidad y, a veces, con peligro.

Teo, mientras exploraba la selva, se encontró enfrentando una peligrosa situación. En un momento, mientras se adentraba más en el espeso follaje de un arbol , escuchó un sonido amenazante. Al mirar hacia abajo, vio que estaba rodeado por varias serpientes venenosas, entre las cuales destacaba una de gran tamaño, a la que los lugareños llamaban Valentina debido a su panza voluminosa que se movía como gelatina. Las miradas frías de las serpientes parecían penetrar en el alma de Teo, con la amenaza latente de sus mortales mordeduras.

La problemática de Teo se intensificó cuando recordó que era alérgico al veneno de las serpientes. Un escalofrío recorrió su espina dorsal mientras se daba cuenta de la gravedad de su situación. Se sentía atrapado, con el corazón latiendo super acelerado  en su pecho. Se dio cuenta de que su curiosidad lo había llevado demasiado lejos y ahora estaba en peligro real.

Mientras luchaba por mantener la calma, las mariposas coloridas que había estado admirando antes parecían desvanecerse en comparación con el peligro inminente que enfrentaba. Cada segundo que pasaba, la situación se volvía más tensa. ¿Cómo podría Teo escapar de esta trampa mortal?

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