DISCURSO DE DESPEDIDA DE ONCE GRADO

DISCURSO DE DESPEDIDA DE ONCE GRADO

Buenas noches

Hna. Rectora, coordinadora, docentes, grupo pastoral, compañeros graduandos, padres de familia.

Estamos aquí reunido hoy para celebrar y compartir este momento inolvidable de nuestras vidas, nuestra graduación de secundaria el cual nos hace estar así vestidos, portando con gran orgullo la toga y el birrete, símbolos de una meta alcanzada, listos para recibir el diploma que nos acredita como bachilleres.

Han pasado más de once años desde aquel día en el que por primera vez pisamos un colegio con una meta aunque cuando pequeños ni idea de cual era nuestro propósito, algunos empezaron aquí otros en diferentes partes, donde nos teníamos que adaptar a nuevas personas, nuevos estilos de vida, a dejar de llorar cada vez que nuestros padres nos dejaban en el colegio por que tenían que ir a trabajar, aprender a levantarse temprano, etc. Cuando transcurría el tiempo en donde cada año nos sentíamos felices de ir a comprar los útiles escolares solo para cuando llegara el primer día de colegio mostrársela a todos los compañeros y hacer una competencia por cuales eran los mas bonitos, recordar todas las risas por historias o cosas que hacíamos, que eran tontas pero aun así nos reíamos, los juegos que hacíamos para no aburrirnos, los compañeros que estuvieron con nosotros en algún tiempo y hoy no están por que decidieron tomar un rumbo diferente.

Solo hay que dar un paso hacia adelante y mirar hacia atrás para darnos cuenta de todo lo que logramos con nuestro esfuerzo y nuestra dedicación, en donde vemos que hicimos un gran trabajo el cual merece un reconocimiento como este.

Gracias de corazón a todas aquellas personas que fueron parte de este proceso que no solo es el fin sino el principio de una gran escalera de triunfos que poco a poco iremos cosechando a lo largo de nuestra vida.

A los docentes que fueron parte fundamental en el aprovechamiento del conocimiento a su dedicación, ayuda y esfuerzo le bridamos un aplauso por que ustedes nos ayudaron a que momentos como este se estén brindando, y les digo gracias que Dios los bendiga y que siempre sean parte del mundo del conocimiento aquel que por don pueden dar a otros y así enseñarles a ser hombres y mujeres de bien.

Al grupo pastoral acompañante que siempre estuvieron allí brindando su compañía, alegría y ganas de vivir, por su respeto y admiración, su vocación al trabajo lo que permitía tener esa fuerza de mover a todos en sus proyectos escolares y de familia.

A nuestros compañeros que hoy no se encuentran con nosotros que con gran tristeza y melancolía les deseo éxitos y que sigan luchando por sus sueños, que no se dejen vencer por obstáculos y no por miedo a caer dejen de intentar.

Recuerdos de nuestro segundo hogar momentos compartidos que no volverán, alegrías, tristezas, emociones fuertes, amistades, tardes alegres,

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