De los “Cerdos Asados”

Esta fábula de los “Cerdos Asados” , sintetiza una problemática, de la cual su fuerza didáctica, favorece las motivación y toma de conciencia de los más jóvenes, de por qué, a pesar de todo lo sabido, de los tantos intentos fallidos de reformas incluidas las Leyes de mucho “bombo” pero poca “marcha”, no obstante el “BODRIO” sigue por las suyas y es de pensar que, ahora, no sólo, es por la falta de Juan Sentido Común, sino también de otros Juanes, que pretenden cambiar las reformas en vez de poner en marcha las que ya en la actualidad tenemos.

Ciertamente en la reforma educativa tal vez falta el “sentido común” no es necesariamente el cambio, creo que lo más importante seria aplicar en forma los sistemas con los que ya contamos. Esta fábula de los “Cerdos Asados” , sintetiza una problemática, de la cual su fuerza didáctica, favorece las motivación y toma de conciencia de los más jóvenes, de por qué, a pesar de todo lo sabido, de los tantos intentos fallidos de reformas incluidas las Leyes de mucho “bombo” pero poca “marcha”, no obstante el “BODRIO” sigue por las suyas y es de pensar que, ahora, no sólo, es por la falta de Juan Sentido Común, sino también de otros Juanes, que pretenden cambiar las reformas en vez de poner en marcha las que ya en la actualidad tenemos.

Ciertamente en la reforma educativa tal vez falta el “sentido común” no es necesariamente el cambio, creo que lo más importante seria aplicar en forma los sistemas con los que ya contamos.

Considero que la falta de expectativas o viabilidad para la superación y cambio del Sistema tendría numerosas fuentes, como por ejemplo la falta del liderazgo político, suficiente como para asumir la reforma y explicarla a los sectores políticos, sociales y económicos implicados con la idea de obtener una solución que en sentido estricto suponga un cambio, y no una mera reforma. Por ello, no se trata ni tan solo de ofrecer la mejor propuesta, que podría ser la de Sentido Común, o la obtenida en los numerosísimos congresos y seminarios organizados para tal efecto. Ciertamente, la voluntad política que el liderazgo sería capaz de hacer efectiva, podría considerarse como una suma entre la ideología propia del líder o grupo político mayoritario que propone y asume el cambio, reforma o política pública, y la posibilidad de decisión, recursos disponibles y correlación de fuerzas.

En relación con la educación ya hace tiempo creo que muchos de nuestros líderes educativos han impulsado reformas en nuestros sistemas educativos pensando en una lógica de "mejoras" a un sistema diseñado hace siglos, sin preguntarse si éste sigue siendo una respuesta adecuada a las necesidades del siglo XXI.

Con las mejores intenciones nuestros reformadores se han enfocado en "parchar" el sistema educativo, para que vuelva a entregar

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