Desarrollo Infantil
Enviado por Daaai • 9 de Octubre de 2012 • 1.073 Palabras (5 Páginas) • 387 Visitas
Por Alvaro Reyes Lizma, Psicólogo
En psicología del desarrollo los especialistas concuerdan en que la cría humana nace prematura, es decir que aunque la gestación llegue a término, el ser humano nace en un estado de desarrollo tan básico que su repertorio conductual es extremadamente limitado; (por ejemplo no regula por sí mismo la temperatura ni es capaz de sostener su cabeza). El bebé no podría seguir desarrollándose más en el útero materno porque su crecimiento haría inviable su pasaje por el canal vaginal. Esta condición del desarrollo humano se conoce como Prematuración del Nacimiento, y consiste en un inacabamiento anatómico, en el momento del nacimiento, del sistema piramidal (sistema nervioso motor). El concepto biológico de Prematuración fue acuñado por el fisiólogo y embriologista holandés Louis Bolk (1866-1930) en el contexto de su teoría sobre el origen de la especie humana, pero sin duda, fue el psicoanalista Jaques Lacán (1901-1981) quien le dio más importancia y lo hizo popular entre los psicólogos, psicoanalistas y particularmente entre los especialistas en apego.
La Prematuración del Nacimiento deja a la cría durante los primeros seis meses en una situación de extremo riesgo vital, tanto así que desde la experiencia del recién nacido, la ausencia de la madre podría significar la muerte.
La conducta de apego es una función básica de sobrevivencia tanto en la madre como en el recién nacido que permite formar un vínculo protector de la madre al hijo. Desde la experiencia rudimentaria del recién nacido este vínculo constituye la diferencia entre la vida y la muerte.
Durante los primeros meses el cerebro inmaduro carece de sentidos precisos y la capacidad de percibir es en extremo limitada. En esta etapa de luces y sonidos difusos, el sentido del tacto es fundamental, sólo a través del tacto el recién nacido logra diferenciar la sensación de protección de la sensación de desprotección. Por ejemplo, mediante el sentido del oído, la voz de la madre puede ayudar a la sensación de protección, pero no es suficiente para que el bebé pueda sentirse plenamente seguro, ya que a mayor distancia mayor riesgo. Táctilmente, también es importante la sensación térmica, la presencia de calor tiende a excluir la sensación de soledad y por ende la sensación de desprotección. El contacto y la seguridad son necesidades básicas profundamente ligadas al comer y dormir, se satisfacen en la medida en que el niño es tomado en brazos, acariciado y atendido de manera suave y tierna.
La estimulación sensorial placentera es como un nutriente para el desarrollo neuronal, favorece las ramificaciones dendríticas, la migración neuronal, la mielinización del axón, y el crecimiento de los cuerpos neuronales; a largo plazo permitirá la conexión del sistema emocional con el sistema intelectual, dando lugar a adultos emocionalmente hábiles, capaces de ser empáticos y resonar afectivamente con los demás.
Por lo tanto, el sentido del tacto cumple una función básica en el desarrollo del bebé, es la base para un desarrollo psicológico sano.
A medida que progresa el desarrollo neurológico y corporal del niño, naturalmente se irá generando un distanciamiento entre la madre y su bebé, y se van produciendo espacios de distanciamiento progresivos en los que la madre necesita que su hijo de sienta seguro y protegido para poder enfocar
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