Discurso De Despedida
Enviado por alexmark • 1 de Julio de 2015 • 475 Palabras (2 Páginas) • 163 Visitas
PALABRAS DE DESPEDIDA A MIS COMPAÑEROS QUE HOY EGRESAN DE ESTA HONORABLE ESCUELA
Hace tres años, con un cúmulo de temores bajo el brazo, llegaron por vez primera a esta escuela secundaria. Ahora, ya sin aquéllos temores, pero sí con tristeza, llegó la hora de la despedida, de decir : ¡ Adiós!
Se despiden de su escuela y atrás quedarán sus puertas cerradas.
Han sido tres años de esfuerzo y, en ocasiones, los deberes escolares fueron arduos. Pero fueron también tres años de recompensas y de satisfacciones, de amistades y recuerdos que permanecerán para siempre en el libro de sus vidas.
Son Ustedes los que ahora dejan un gran espacio, el cual será ocupado por nuevos compañeros quienes su meta es la superación y esfuerzo, alegría y entrega, valoración y ganas de volar.
Sus maestros los recordarán por cada una de las cosas que hicieron; buenas y malas, agradables y desagradables, pero en fin, los sabran recordar. A partir de este momento, la secundaria será un capítulo en el libro de sus vidas. Ahora se enfrentarán a un presente con nuevos desafíos.
En las turbulencias que pudieran surgir en su camino, cada uno de Ustedes deberá reafirmar una visión de justicia, de paz y de respeto a los derechos humanos y a las leyes que rigen nuestro país.
Por ahora, una cosa les debe quedar clara: el estudio, y nada más que el estudio, será la llave que les abrirá las puertas del mañana, así como el respeto a sus padres y sus maestros.
En un mundo cambiante como el que les tocó vivir, la preparación es la mejor estrategia para enfrentar las crisis de un mundo incierto.
El futuro de cada uno de Ustedes no está en manos del destino; y aún cuando pudieran creer que el destino es el que baraja las cartas, son Ustedes quienes las juegan. Lo que les quiero decir, es que Ustedes formarán su propio destino. Ustedes y sólo Ustedes son quienes deben preguntarse qué es lo desean hacer con sus vidas.
Sus padres, sus maestros, han puesto los cimientos: el respeto a la dignidad de la persona; el respeto que debe empezar por Ustedes mismos, y debe continuar con sus familias, con todos los que los rodean y con la sociedad entera. Aprendan a decir sí, y aprendan a decir no, cuando sea necesario. ¡Ustedes son personas valiosas! ¡No permitan que nada ni nadie los desvíe de su camino como personas dignas y honestas!
Sigan siendo buenos hijos, respeten siempre a sus padres, protejan a sus hermanos, sean personas cabales. Un hombre cabal, una mujer cabal, es una persona comprometida con su familia y con la sociedad, pero sobre todo, comprometida consigo misma.
Asuman con entrega, con coraje y con valor la responsabilidad de empuñar el timón de sus vidas, que la mar les pertenece.
¡Buen viaje!
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